Cerrar

Herb Ritts, retratista del glamour y las estrellas de Hollywood, murió a los 50 años víctima de una neumonía

El fotógrafo de la elegancia

Imagen de Herb Ritts, fallecido el jueves en su casa de Los Ángeles

Publicado por
Colpisa - LOS ÁNGELES.

Creado:

Actualizado:

El fotógrafo estadounidense Herb Ritts, conocido por sus retratos a modelos y estrellas del cine y definido como el «fotógrafo de la elegancia», murió el jueves en Los Ángeles a los 50 años a causa de una neumonía que devino en pulmonía, según indicó ayer su representante. Días antes de su muerte, Ritts había sido hospitalizado a causa de algunas complicaciones en su afección respiratoria. David Fahey, su galerista, resumía su trayectoria asegurando que su carrera se construyó de «retratos desprovistos de glamour de la gente con más glamour». Ritts, que nació en 1952 en Los Ángeles, comenzó en los años 70 a fotografiar a sus amigos del cine, que durante los años 80 y 90 le darían acceso a grandes estrellas de la época, como Elizabeth Taylor, Jack Nicholson, Madonna, Mick Jagger, Naomi Campbell o Cindy Crawford. La fotografía era inicialmente para él una afición, ya que se ganaba la vida atendiendo un negocio familiar de venta de muebles. Ritts se había graduando antes en económicas en el Bard College Nueva York y a su regreso a Los Ángeles alternó sus estudios de fotografía con su trabajo en el negocio familiar. Sus imágenes resultaban siempre memorables por insólitas, como una Elizabeth Taylor con la cabeza rapada y mostrando la cicatriz dejada por una intervención quirúrgica o el actor Christopher Reeve en su silla de ruedas de alta tecnología. Ritts se había hecho famoso con una improvisada sesión con su amigo Richard Gere a finales de los años setenta, antes de que el actor se hiciera famoso. El retrato de Gere en actitud distendida y retadora fijó su imagen como galán y fue el catalizador de la carrera de Ritts como retratista de estrellas. «Fue un esteta elegantísimo.~ Sabía enamorarse de lo que tenía ante el objetivo» comentaba Gere. Sus trabajos, la mayoría en blanco y negro, aparecieron en las revistas Rolling Stone, Vanity Fair y Vogue, con las que colaboró durante más de quince años.