Vallan dos tramos de la muralla romana por la caída de cascotes a la vía

La muralla de León, declarada monumento histórico artístico en 1931, ha tenido que ser vallada y encintada por la Policía Local para evitar que la caída de cascotes de los edificios adosados a ella se conviertan en un peligro para los viandantes. Los dos tramos protegidos últimamente de esta manera provisional son el lienzo de Puerta Castillo, sobre el que se encuentra una edificación de propiedad municipal, y el cubo ocupado por el convento de las Clarisas, donde hay instalado un andamiaje desde hace más de un año sin el más mínimo de indicio de obras. El edificio municipal del que caen tejas cada vez que arrecia el tiempo de lluvias y aire es la antigua casona de Catalina Fernández Llamazares (viuda de Víctor de los Ríos) que fue adquirida por el Ayuntamiento en 1998 para instalar un aula arqueológica con los restos campamentales de la Legio VI Victrix y la Legio VII Gemina. La muralla romana sufre un gran deterioro en la avenida de los Cubos, donde los lienzos están cada vez más ennegrecidos a causa de la contaminación del tráfico rodado. Los cubos mejor conservados se encuentran ocultos en una finca particular de la Era del Moro a la espera de una permuta municipal que el Ayuntamiento ha ido postergando en los últimos años. Dentro de los proyectos de uso del edificio del Ayuntamiento en Puerta Castillo y Santa Marina se menciona la posibilidad de reconstruir los cubos que fueron destruidos en el siglo XIX para abrir el vial, con lo que se podría habilitar el adarve para paseo. Sin embargo, esta actuación requiere la apertura de la ronda interior, pendiente de las expropiaciones de Alfonso el Justiciero.