No es solo una leyenda
Ángel Fierro prueba que la Dama de Arintero existió
El escritor leonés Ángel Fierro ha encontrado documentos hasta ahora inéditos que prueban la existencia de Juana García, la Dama de Arintero, una joven que luchó disfrazada de hombre en la guerra por la corona de Castilla entre Isabel y la Beltraneja.
Fue la montaña quien vino a Mahoma y no a la inversa. Un descendiente de la Dama de Arintero, conocedor de la obra de Ángel Fierro, que lleva años y más de una veintena de títulos empeñado en devolver la memoria al Curueño —el inolvidable río del olvido de Julio Llamazares—, le entregó un documento excepcional. Fierro tenía una deuda con el personaje de la joven leonesa que batalló disfrazada de hombre en la guerra de sucesión a la corona de Castilla, un conflicto que enfrentó durante cinco años (de 1474 a 1479) a los partidarios de Isabel con los de la Beltraneja.
Con el libro La Dama de Arintero. Análisis crítico, que el autor presenta el miércoles, a las 20.00 horas en el Instituto Leonés de Cultura (ILC), cierra su etapa de ‘cronista’ del Curueño. Fierro había dejado aparcado a este personaje, que es un mito de la literatura universal, precisamente, por la inexistencia de pruebas históricas. Hasta que le presentaron un texto que certifica la existencia real de la joven guerrera que ocupó en la contienda el lugar de su padre, demasiado mayor para empuñar la lanza. Un descendiente de Julián de Argüello, casado con María, hermana de la Dama de Arintero, le mostró la prueba irrefutable.
El escritor leonés Ángel Fierro. JESÚS F. SALVADORES
Se trata de la Carta Ejecutoria de Hidalguía de Julián de Argüello, dada por la Real Chancillería de Valladolid, en el año 1495. En dicho documento se dice que Julián de Argüello, natural de Arintero, se casó con María, hermana de Juana (La Dama de Arintero) y que participó en la guerra de sucesión a la corona de Castilla.
La intención de Fierro con La Dama de Arintero. Análisis crítico es presentar un trabajo «globalizador». Explica que los libros publicados hasta la fecha sobre la joven guerra leonesa no reproducen todas las versiones literarias del romance y las partituras musicales; «solo de forma parcial» o no demasiado coherente. La nueva obra de Fierro, un auténtico tratado, comprime toda la información conocida del personaje y añade los textos musicales, además de numerosas fotografías de Ernesto Fierro y dibujos de varios artistas gráficos.
Tras los pasos de la doncella
«Su casa solariega se sitúa en el pueblo de Arintero, (Valdelugueros) con el escudo de su apellido en la fachada. El lugar de su muerte parece haber sido el pueblo de La Cándana (La Vecilla), donde se ubican otros dos escudos, el conocido como ‘Campo de la Cruz’, y se conserva un pergamino de privilegios reales, supuestamente concedidos a la Dama por el rey católico Fernando de Aragón y Castilla», cuenta Fierro.
El autor enumera además las siete labras heráldicas en los pueblos de Arintero, Tolibia de Abajo, Boñar, Cerecedo, Valdecastillo y dos en La Cándana.
Labra heráldica en La Cándana. ERNESTO FIERRO
Según el libro —que mañana llega a las librerías— la figura de la doncella-guerera es un trasunto leonés y del Curueño de esta epopeya romanceada, que suscitó un enorme eco popular. Fierro, poeta etnógrafo y miembro fundador de las revistas leonesas Claraboya y Picogallo, ha recogido las versiones literarias conocidas: alrededor de 60; y 19 versiones musicales de los romances, de los que reproduce ocho.
También repasa las novelas de Jesús Fernández Santos, La que no tiene nombre (1986), La Dama de Arintero (1993), de Javier Tomé; La Dama de Arintero (2006), de Antonio Martínez Llamas; La dama rebelde (2013), de Germiniano González; o la pieza teatral La Dama de Arintero (1926), de Anselmo Gómez.
La carta ejecutoria de hidalguía de Julián de Argüello, prueba de la existencia de la Dama de Arintero.
Para Fierro, la de Martínez Llamas es la mejor novela que se ha escrito, aunque «se aparta del romance» y «según este autor la protagonista no muere en la Cándana». Pero admite que «la novela no tiene que homologarse con la historia».
El libro de Fierro, a lo largo de sus 250 páginas tiene «una pretensión globalizadora y un enfoque voluntariamente didáctico», confiesa el autor.
El etnógrafo y poeta José Luis Puerto, que prologa el libro, escribe: «Ángel Fierro nos propone una sugestiva indagación en el tema de ‘La doncella guerrera’, analizando la versión leonesa del romance de La Dama de Arintero , a caballo entre la leyenda y la historia. Literatura, música y arte se relacionan e interpelan, a partir de la tradición oral y los huidizos datos históricos disponibles. La yuxtaposición de estos soportes teje un fastuoso fresco donde convergen diversos ángulos de acercamiento».