Arco con pasaporte covid y más mujeres
«La pandemia ha dado tiempo a los artistas para trabajar», afirma la directora de la feria del arte, que abre del 23 al 27
La pandemia ha sido un jarro de agua fría para el mundo del arte, pero en estos dos años galerías y ferias han aprendiendo lecciones positivas, y los artistas han tenido tiempo para reflexionar y trabajar: «La creación requiere de tiempo, más que cualquier otra cosa», explica Maribel López, directora de Arco. López afronta la nueva edición de la feria con ilusión y la confianza de que las propuestas de este año son muy buenas, en gran medida por ese «tiempo ganado» de los artistas, que antes vivían en la «vorágine, en la que estábamos todos», explica en una entrevista con Efe.
«Este año volveremos a tener una feria que nos recordará más al año 2020, pero me gusta pensar que con los aprendizajes de este proceso», señala López en una entrevista con Efe.
Arco, que se celebra del 23 al 27 de febrero, llega a su 41 edición como la única feria internacional que no ha tenido que cancelar ninguna de sus ediciones por la pandemia, todo un logro.
La feria es este año más compacta y más segura: solo se podrá acceder con pasaporte covid y mascarilla FPP2, y se ha reducido ligeramente el número de galerías (185), para que «la experiencia sea mejor», dando respuesta a una reivindicación histórica de participantes y coleccionistas.
También se han mantenido los pasillos anchos y pocos cruces para mejorar la movilidad. Arco se vio obligada a posponer su 40 aniversario el año pasado y lo celebrará ahora bajo el título «40 (+1)». En este apartado se incluirán galerías que han sido parte fundamental de la historia de Arco y que lo siguen siendo «en su presente».
La crisis obligó el año pasado a las galerías a abrir la horquilla de precios, sobre todo a la baja, algo que se mantendrá este año, apunta López. «Sirve a la feria para tener nuevos coleccionistas, que la gente pierda el miedo a los precios», subraya.
Las lecciones de la crisis de 2008 han servido también para la pandemia; por eso, reconoce, muy pocas galerías se han visto obligadas a cerrar. «La precariedad la tienen asumida. Este es un trabajo de alto riesgo, pero sí, el aprendizaje de aquella crisis económica, sirvió para esta».
La pintura sigue como el género más popular -«es el formato comercialmente más viable»-, aunque también habrá nuevas tecnologías como el NFT y mucha escultura, un género en el que los nuevos creadores abundan en experimentar.
La expectación, tanto de galeristas como de coleccionistas, «es muy alta», y las bajas han sido mínimas y concentradas en países como Brasil -más afectada por la última ola-, con la baja de ocho galerías.
Pese a las buenas sensaciones en general, la cuestión sobre la brecha entre las propuestas de hombres y mujeres sigue pendiente. López asegura que el número de mujeres artistas va en aumento, aunque no ofrece cifras. Este año la feria dedica en exclusiva el apartado «Proyectos de Artista» a la creación de mujeres. López es consciente de la brecha de desigualdad, pero no cree que la feria deba introducir mecanismos para reducirla.
«Cada uno tiene su negocio y tiene derecho a llevarlo como debe, pero sí me parecía que podíamos hacer una propuesta (…) —subraya—. Arco coge las ideas que están en el ambiente, la pregunta sobre esa desigualdad, es muy latente y está muy presente».
Según el informe «Presencia de mujeres en las ferias de arte», de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales Contemporáneas (MAV), solo el 6 por ciento del conjunto de artistas de la feria de 2018 -últimos datos disponibles- eran mujeres, aunque el porcentaje subía hasta el 19 % en el caso de artistas internacionales.
La directora de la feria no cree que forzar la paridad vaya a solucionar el problema de desigualdad, que reconoce que existe. En la sección del 40 aniversario, el porcentaje de mujeres es curiosamente mayor que el de hombres (60-40), y reconoce que es por el esfuerzo de los equipos que realizan esa selección. Un estudio reciente de Art Basel arroja que son justo las galerías más grandes y prestigiosas las que menos mujeres tienen en su nómina frente a las galerías más jóvenes, pero eso, cree, también está cambiando.