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Literatura

«Si siguiera, a Superlópez le pondría bastón como al doctor House»

El leonés Juan López Fernández, ‘JAN’, firma ejemplares de su obra. JUAN LAZARO

Publicado por
Borja Crespo
León

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Tintín, Astérix, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Superman y Batman lideran la lista de personajes que influyeron en las primeras lecturas de varias generaciones. Entre estos iconos figura un tal Superlópez, un tipo narigón con bigote de oficinista incapaz de manejar sus poderes con la lógica de un superhumano. El maestro Juan López Fernández (León, 1939), alias ‘JAN’, sigue en activo para regocijo de sus fans y acaba de publicar un nuevo álbum del personaje como autor completo. Sueños frikis (Ediciones B) se anuncia como la última aventura del justiciero patoso, pero el inefable responsable de sus historietas no abandona el lápiz. Las nuevas peripecias de Superlópez remiten una vez más a Lewis Carroll, preocupándose por algún tema espinoso de actualidad, además de desplegar su peculiar sentido del humor con la espada y brujería como excusa perfecta.

—Casi medio siglo después Superlópez forma parte de la memoria sentimental de varias generaciones, algo por lo que sentirse muy orgulloso.

—Me siento orgulloso de lo que he llegado a hacer, Superlópez es parte de ello, no lo único. Que haya influido en generaciones es algo que forma parte y es inevitable. Lo disfruto.

—El personaje no cansa.

—Está bien construido, creo yo, y da mucho juego, pero es verdad que cuesta el hecho de no poder cambiarlo a medida que pasan los años. Por eso le puse canas y he cambiado a diferentes personajes juveniles a su alrededor según las modas. Pero no basta. Si siguiera, le pondría bastón como al Doctor House.

—Se acaba Superlópez, pero usted no va a dejar de dibujar, ¿no? Tiene a sus seguidores desesperados.

—Nunca he dicho eso. Haría falta que me pillara la artrosis de manos. De momento, toco madera.

—Editoriales independientes como Amaniaco y DQómics están rescatando personajes de su cosecha de antaño, como Cab Halloloco, Súper Rayón y Don Talarico, un lujo para sus fans.

-—Todo lo que dibuje nuevo irá a aquellas editoriales que me lo acepten sin cambios. Por eso miro más a pequeñas editoriales que me traten de tú a tú, sin intermediarios de por medio. El lujo, realmente, ha sido Superlópez.

—En ‘Sueños frikis’ vuelve a tratar temas de actualidad. Por ejemplo, el machismo.

—Cada historia se basa en cosas que pasan. El tema de ‘Sueños Frikis’ es el ‘mobbing’ en ambientes universitarios e institutos. El machismo no está de más porque, desgraciadamente, una cosa está bastante vinculada a la otra.

—La crítica social siempre ha estado presente en las aventuras de Superlópez. Es una característica fundamental en la obra, que goza de varios niveles de lectura.

—Si quieres que la historieta se lea de nuevo y se disfrute, que no cambie pero el lector sí pueda hacerlo, es algo importante. Los niveles de lectura existen cuando el lector descubre cosas nuevas por haber crecido y aprendido en el tiempo. Tal vez es una de las cosas que enganchan de Superlópez.

—La parodia sigue ahí.

-Eso es inevitable, tiene que ser una parodia de Superman porque así empezó. Pero se nota que no creo en los superhéroes, ¿verdad? Ni me gustan, pero para llegar al lector has de crear un personaje que agrade. Valoro más las historias que cuento con él que al personaje en sí mismo.

—¿Cómo aborda una historia?

—Tengo que buscar primero el tema y lo saco de los diarios, la televisión o simplemente caminando por la calle, las historias de la gente... Luego he de crear vínculos emocionales relacionados con el tema en los personajes. Superlópez no intenta salvar al mundo, al contrario, vive en él y se pone en marcha cuando el problema le afecta, a él o a los suyos.

—Le gusta mucho el cine, ¿qué le pareció la adaptación a imagen real de Superlópez?

—Empecé trabajando en el campo de los dibujos animados y me especialicé, lógico que me guste el cine. Creo que Javier Ruiz Caldera y Dani Rovira hicieron muy buen trabajo, captaron la esencia del personaje, aunque la influencia de los gustos de la gente por las películas de superhéroes americanos se nota. Dicho esto, me gustó mucho.

—Hay un boom de adaptaciones del cómic a la pantalla, ¿le han tanteado con ‘Pulgarcito’?

—No, creo que no hay interés. Y no creo que se pareciera a mis cómics. Se tiende a retorcer muchísimo los guiones de ese tipo porque, de lo contrario, no llenas el metraje y pierdes espectadores adultos. No lo veo.