Atxaga: «El final de ETA supuso una liberación literaria»
El final de ETA fue «extraordinariamente liberador» también en lo literario para Bernardo Atxaga (Asteasu, Guipúzcoa, 70 años). El escritor vasco fue pionero abordando en varias novelas la situación generada por la violencia en Euskadi. Con ETA desactivada, sintió que podía transitar otras sendas narrativas. Su obra dio un giro y exploró una vena más poética y sarcástica cuya última entrega es Desde el otro lado (Alfaguara). Son cuatro historias sobre la vida y la muerte contadas «desde el más allá» y con humor negro. «Muy negro», precisa Atxaga. Narradas por espectros, reptiles, aves o roedores, son además una celebración de la naturaleza. «Mientras estuvo sobre la mesa el problema de ETA y toda la violencia política en el País Vasco, me sentí obligado a escribir sobre ello. Publiqué tres novelas sobre el tema, la primera hace ya 25 años», explica Atxaga evocando ‘El hombre solo’ (1994), ‘Esos cielos’ (1996) y ‘El hijo del acordeonista’ (2003).