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Por culpa de un logaritmo el Reino de León perdió Castilla

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León

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Todo lo que hay que saber sobre ciencia », de Pedro Gargantilla (Pinolia). He aquí un libro en el que se explica cómo se independizó Castilla del reino de León por un logaritmo.

Los algoritmos están de moda y ejercen una tiranía silenciosa en nuestras vidas: son los que determinan la jerarquía de los contenidos digitales o la publicación de determinadas imágenes. Pero, a pesar de lo que nos quieren hacer creer Google o Facebook, el vocablo «algoritmo» no es nuevo. Apareció a mediados del siglo IX, cuando un matemático árabe —Mohammed Ibn Musa-al-Khwarizmi— desarrolló fórmulas que posibilitaban solucionar ecuaciones con un número limitado de procesos.

Para este tipo de viejos problemas matemáticos a veces se emplea de forma inexplicable el término «logaritmo» como sinónimo de «algoritmo», cuando no guardan ninguna relación entre sí.

Una leyenda explica cómo, por culpa de un logaritmo, Castilla consiguió la independencia del reino de León. Todo comenzó a finales del siglo X, cuando el conde castellano Fernán González acudió a las Cortes leonesas con un caballo y un azor, animales que fueron de agrado del rey leonés Sancho I. Tanto le gustó al soberano que quiso comprárselos al noble. Fernán González para evitar ofender al monarca no aceptó la propuesta y le ofreció regalárselos. Pero Sancho I se negó rotundamente porque no quería privarle de aquellos animales sin satisfacerle de alguna forma. Al final, decidieron fijar un precio insignificante por la compra: un celemín de trigo.

el valor de la letra pequeña

El rey le daría esa cantidad a cambio del azor y del caballo, pero el contrato incluiría una condición, una «letra pequeña»: la cantidad se duplicaría por cada día de demora que hubiese en el pago.

Es decir, al día siguiente la deuda se elevaría a dos celemines, cuatro al tercer día, ocho al cuarto y así sucesivamente.

Siete años después, Fernán González suspendió sin avisar sus tributos anuales al monarca, por considerar que a partir de ese momento el que estaba en deuda era el rey con el condado de Castilla y no a la inversa.