Otros cubos de murallas que resucitaron de entre las ruinas

La destrucción de siete cubos de la muralla romana de León en la calle Carreras a principios del siglo XX fue fruto de una decisión municipal, de los últimos años decimonónicos, para abrir paso a los coches. Se trataba de unir la carretera de Asturias con la de Santander.

Los cubos estorbaban y los morrillos fruto del derribo se vieron como una oportunidad para contar con materiales de construcción , que estaban muy caros, para y para dar trabajo a los obreros. Así lo dicen las actas municipales de la época del alcalde Mariano Sanz Hernández (1893).

Era lo normal en la época. Un siglo y cuarto después el Ayuntamiento de León los siete cubos han resucitado en forma de ruina bajo el asfalto de la calle Carreras en el transcurso de la excavación arqueológica de la traza de todos los cubos, a la que obligó la Comisión de Patrimonio el pasado 30 de marzo, dentro del proyecto de peatonalización de la avenida los Cubos y la calle Carreras. Inicialmente solo se iba a hacer un control arqueológico de una zanja.

Tras los hallazgos de los restos , con la base de cuatro cubos en buen estado y otros tres ruinosos, el Ayuntamiento de León ideó su enterramiento y perfilado sobre la calle peatonal con una estructura metálica que, a modo de bancos, representa de forma ‘minimalista’ los cubos destruidos. La Comisión de Patrimonio no ha autorizado el proyecto y ha pedido que los restos se conserven, exhiban y se pongan en valor dentro de la peatonalización . En las próximas semanas se sabrá la nueva solución, aunque el Ayuntamiento ha descartado su reconstrucción en el contexto de la obra de peatonalización.

La reconstrucción volumétrica de los cubos es una opción que han defendido arquitectos como Melquiades Ranilla, redactor del Plan Director de la Muralla, el investigador del patrimonio Juan Carlos Ponga, el arquitecto Eloy Algorri y que fue una de las opciones defendidas en la ponencia técnica por el arqueólogo territorial de la Junta, Julio Vidal. Otros expertos como el director del Museo de León, Luis Grau, consideran la reconstrucción de los cubos un «pegote». Un asunto del pasado . Para el historiador del arte Emilio Moráis, profesor de la ULE, hay que huir de "los falsos históricos" que ve en las reconstrucciones.

La recuperación del patrimonio y más en concreto de murallas históricas aporta ejemplos del pasado y muy recientes que han optado por reconstruir los cubos o torres. No es un hecho insólito ni solo del pasado. En fotos de 1955 tomadas sobre la ciudad bimilenaria de Astorga se observa el estado de ruina en que estaban los cubos de la Muralla romana, seriamente dañadas en la Guerra de la Independencia. La reconstrucción de la Muralla en el emblemático tramo de la Catedral y el Palacio de Gaudí es fruto de un intervención que llevó a cabo el Ministerio de Cultura en los años 80. Se reconstruyeron los cubos que habían sido destruidos por los franceses durante los Sitios de Astorga (1810-1812).

Entre los años 80 y 2005 se realiza una importante intervención en Castro Ventosa ( Cacabelos ), también de origen romano. El arquitecto Eloy Algorri fue el asesor de la parte patrimonial de este proyecto que recrecieron dos cubos de las puertas de entrada, aunque no en su totalidad, las torres de la fortificación que es santo y seña de la ocupación romana en El Bierzo, ligada a la explotación del oro en Las Médulas .

Como ejemplo más cercano y y alejado de la capital están los cubos del amurallamiento del palacio de los marqueses de Prado Renedo de Valdetuéjar , un proyecto realizado por el arquitecto Enrique Luelmo, que incluyó la reconstrucción de los cubos arruinados en este palacio ubicado en el valle del Hambre , en el camino al santuario de La Velilla. Fue gracias a una ayuda de casi 200.000 euros de la Diputación dentro de una obra que se terminó en 2020.

En León se ha levantado parcialmente el cubo inmediato de la torre del Gallo de San Isidoro , al igual que otra torre en Ruiz de Salazar. Y se reconstruyó totalmente el cubo de Conde de Rebolledo. Y no sólo en León. La muralla de Lugo, que es Patrimonio de la Humanidad, «ha sido objeto de muchas restauraciones.

Uno de los ejemplos más curiosos es la reconstrucción de un cubo en la muralla romana de Gijón en el barrio de Cimadevilla. Una fortificación de la que quedan en pie escasos vestigios y que fue recrecida con ladrillo moderno. «Tan espectacular como discutible, oculta y minimiza en buena medida» los vestigios, en opinión de Fernando Arturo Marín Valdés, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo.

A la vista de todos estos ejemplos queda claro que recomponer murallas y cubos no es un hecho insólito . Ni tampoco un criterio de restauración caduco. Así lo defiende el arquitecto y divulgador de la arquitectura y el patrimonio, Eloy Algorri. «No violenta las teorías de restauración monumental ni tampoco es un dogma», admite. Este experto en patrimonio señala que en el caso de los cubos destruidos en la calle Carreras se debería haber partido de un proyecto de restauración del monumento en lugar de una obra de peatonalización: «La calle Carreras es en sí la muralla, que no se compone solo de lienzos y cubos. En un proyecto de restauración haces una reflexión previa», que no se ha producido al enfocar la obra como peatonalización, aunque con el ambiguo título de ‘Proyecto de Obras de Peatonalización de la calle Carreras y la avenida de los Cubos para la protección y puesta en valor de la muralla de origen romano del conjunto histórico de la Ciudad Antigua de León».

«El lienzo mutilado de la calle Carreras se confunde muchas veces con una tapia o muro conventual», pero al girar hacia la avenida de los Cubos «aparecen en toda su monumentalidad las torres que jalonan a distancias regulares este largo paño que llega hasta la Catedral, visión que se reproduce en la calle Ramón y Cajal», comenta el arqueólogo Julio Vidal. Como técnico de la Comisión de Patrimonio y de su ponencia técnica, propuso «la recuperación del volumen del cubo según los criterios» del Plan Director de las Murallas de León , con fábricas de mampostería de piedra arenisca sobre la que se apoyará una ligera estructura de acero que permitirá colocar los elementos de tramex que formarán el suelo».

La obra de peatonalización de la calle Carreras y avenida de los Cubos se complementa con la apertura de la ronda interior desde Príncipe de Asturias a la plaza del Espolón previa expropiación y derribo de las manzanas de viviendas entre la calle Fernando I y Alfonso El Justiciero, para desviar el tráfico. Este proyecto, de los años 90 del siglo XX, decayó al caducar los expedientes de expropiación, que se han tenido que hacer de nuevo y siguen en curso. La muralla estaba ahí desde tiempo inmemorial. Data de la época tardorromana tras el asentamiento de la Legio VII en León aunque haya sufrido destrucciones y reconstrucciones posteriores en la Edad Media. El monumento estaba afectado por el proyecto de peatonalización desde el minuto uno.