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Carlos Barral, promotor musical y poeta

«Un libro para los amantes de la poesía y de la fotografía»

León

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La editorial leonesa Eolas presenta el libro El dulce encanto de lo inadvertido en su colección Seinne . La obra incorpora la poesía de Carlos Barral y la fotografía de José Ramón Cuesta, ambos de origen ovetense. El encuentro se desarrollará hoy a las 19.00 horas en la Biblioteca Padre Isla y contará con la asistencia de los dos autores. Con motivo de la publicación, Carlos Barral narra los inicios de la colaboración y explica el interés que tiene la obra que ha desarrollado junto con el fotógrafo.

Aunque a ambos les une una relación de amistad, los dos autores se conocen por trabajar en el sector musical. En concreto, Carlos Barral es el representante del cantante Rodrigo Cuevas, también de Oviedo. Por su parte, José Ramón Cuesta es el responsable de comunicación del mismo músico. Pese a trabajar para otros artistas, les une una inquietud artística que realizan por cuenta propia, la cual han plasmado en El dulce encanto de lo inadvertido .

Poemas vía Twitter

Carlos Barral sobre su obra: «La vida misma condensada en un tuit con carácter poético»

La idea del libro surgió de la fascinación que Barral sentía hacia las fotografías en blanco y negro de su compañero. Del trabajo de Cuesta le llamó la atención la belleza de su obra, como destaca Carlos Barral: «Todas sus fotografías tienen una mirada muy especial y son poesía pura también». Tras preguntar si tenía pensado utilizar aquellas imágenes y ante la respuesta negativa de su autor, Barral le propuso embarcarse «en un proyecto común para hacer un libro a cuatro manos». Cuesta aceptó la propuesta y empezaron a trabajar, comenta el poeta, «estableciendo un diálogo» entre disciplinas. En ese instante comienzan a buscar entre sus obras e inician un «cortejo» buscando un intercambio y una «manera de que las dos actividades artísticas puedan encontrarse desde diferentes presupuestos», rememora Carlos Barral.

Encuentro entre artes

José Ramón Cuesta usa sus fotografías en blanco y negro para acompañar los 45 poemas de Barral

El promotor musical ha escrito muchos poemas cortos en Twitter en los últimos años. La temática es muy variada, «la vida misma condensada en un tuit y con carácter poético», con «poesía amorosa, social, homenajes, sexo, relaciones paternofiliales...», indica su creador.

Carlos Barral cuenta entre sus publicaciones con otro libro, Oxidación (2019), un poemario que cuenta con el prólogo de Juan Carlos Mestre, poeta, grabador y ensayista leonés ganador del Premio Castilla y León de las Letras en 2018 al conjunto de su obra, entre otros premios como el Nacional de Poesía por su obra La casa roja .

Las fotografías en blanco y negro de José Ramón Cuesta, explica el poeta, son el fruto de los viajes del fotógrafo. Fue en uno de estos desplazamientos en el que encontró su vocación por este arte. En Georigia, acompañado por un fotógrafo profesional, inició una carrera que comienza a profesionalizarse con este libro y cuyas fotografías son descritas por Carlos Barral de forma muy halagüeña: «Todas ellas tienen una mirada muy cercana que logran captar el alma de las personas y de los lugares». Si Twitter fue el escaparate de Carlos Barral para publicar los 45 poemas que se incluyen en El dulce encanto de lo inadvertido , el poeta descubrió el talento de José Ramón Cuesta también a través de las redes sociales. José Ramón se encargó de poner a cada poema una de sus fotografías. No obstante, en el caso de no encontrar entre su reperterio la instantánea adecuada, salía cámara en mano para encontrarla. Los dos autores quisieron dedicar el fruto de su trabajo a sus madres, ambas fallecidas recientemente.

Homenaje póstumo

Los dos autores han querido dedicar su libro a sus madres, ambas fallecidas recientemente

Sergio Llunik, encargado del diseño gráfico, la maquetación y la ilustración de El dulce encanto de lo inadvertido , es el encargado de unir los poemas y las fotografías. Barral, tal y como él mismo relata, quiso dar a Sergio Llunik la «libertad creativa» con la que los autores contaron. Más que proponerle un trabaja de diseño convencional, rememora el promotor musical y poeta ovetense, le plantea que él «se sintiera artista», surgiendo de aquello «un trabajo de maquetación e ilustraciones de gran altura creativa y artística. Es una pata importantísima del proyecto».

Carlos Barral concluye afirmando que los dos autores tienen muchas ganas de ir a León e invita a «los amantes de la poesía y de la fotografía a que descubran este libro que es un artefacto maravillosamente editado». Ha querido destacar, en ese sentido, el trabajo de edición que ha realizado la editorial leonesa Eolas.