Nuevo petroglifo en maragatería
Las piedras hablan en Brazuelo
Isasi Cadierno, investigadora de todo tipo de aspectos culturales de la Maragatería, encuentra una nueva estación rupestre que se suma a los trabajos de Juan Carlos Campos
Una nueva estación rupestre ha sido descubierta en la comarca de la Maragatería. El hallazgo ha sido realizado por Isasi Cadierno, una persona con una inquietud cultural muy acentuada, que le ha llevado a realizar investigaciones sobre muchas cuestiones de la comarca maragata, además de divulgar sus trabajos y fotografías en las redes sociales, aglutinando a muchas personas que comparten sus mismas inquietudes. Todo ello ya consta con profusión de detalles en el blog de Juan Carlos Campos, Tierra de amacos.
Isasi Cadierno descubrió este magnifico panel por casualidad, cuando paseaba por una zona de praderas y monte bajo cercana a la localidad de Brazuelo. A partir de ahí es cuando comienza la comprobación de la importancia del petroglifo. Así, la primera acción que se tomó fue la de informar a la delegación del Servicio Territorial de Cultura, para cumplir en primer lugar con lo que marca la ley de Patrimonio.
En cuanto a la descripción de lo hallado, el panel está situado en un afloramiento de cuarcita que apenas levanta un palmo sobre el nivel del suelo. Se compone de cazoletas exclusivamente, como la gran mayoría de los petroglifos de la provincia leonesa. En este caso también se cumple la premisa de que se grabaron las cazoletas hasta agotar casi todo el espacio disponible. No se observan surcos que unan las cazoletas.
El panel ocupa una superficie rectangular con un área aproximada de 2 metros cuadrados, donde se concentran no menos de 130 cazoletas de tamaño medio, con un diámetro de entre 4 y 6 centímetros y hasta 3 centímetros de profundidad.
Analizando el diseño, se constata que la gran concentración de figuras no implica desorden, pues las cazoletas se agrupan en su gran mayoría sin destruirse unas a otras, respetando entre sí una distancia que en ocasiones no sobrepasa los 8 milímetros. Esta cercanía entre figuras ha sido posible gracias a la propia dureza de la roca de cuarcita, un soporte bastante raro en la comarca, pues es muy difícil de labrar, al contrario que las pizarras.
No obstante, unas pocas cazoletas se han unido a las más próximas, formando figuras ovaladas compuestas por dos y hasta tres figuras, aunque no podemos saber con seguridad si fueron grabadas así o son producto de la erosión.
Como en la gran mayoría de los petroglifos leoneses de este tipo, no se observan otras figuras grabadas que pudieran relacionarse con épocas históricas, como cruciformes, firmas de pastores, fechas, etc.
La gran cantidad de cazoletas grabadas en la superficie de este panel lo convierte en uno de los más importantes de la provincia, equiparable al petroglifo de Quintana y Congosto denominado El Arca, que presenta también un numero importante de cazoletas, aunque mucho más pequeñas en dimensiones y profundidad.
«Como hago siempre en estos casos, sólo me queda dar la enhorabuena a Isasi Cadierno, porque gracias a su descubrimiento podemos incorporar este magnífico petroglifo al catálogo cada vez más extenso del Arte Rupestre de la provincia de León», asegura el investigador Juan Carlos Campos.