Brian the Brain necesita dinero

La historia podría ser esta: Brian the Brain necesita dinero para irse de casa. Porque quiere pasar de personaje de cómic a estrella de una serie de televisión. Sería su propio metaverso. Cuando Brian the Brain ya no quiere ser tan solo el personaje de culto del cómic que el leonés Miguel Ángel Martín convirtió en celebridad underground. Quiere más fama y ahora no hay otro lugar para conseguirlo que la pantalla, en los infinitos formatos que invaden sin medida la vida en sociedad.

Tal vez, si Brian the Brain hubiera surgido ahora, el propio Martín, eterno transgresor , le hubiera convertido en un sobrepasado influencer. Pero lo que está claro es que este ser fetiche del dibujante se hizo eterno. Y corrobora lo sabido el hecho de que ahora regrese en personaje de una serie de animación de la mano de Tomás Peña , de Bliss Pictures, un proyecto en ciernes pero ya proyectado. Y, al igual que el genuino Brian the Brain en cómic solo dio satisfacciones a Miguel Ángel Martín, en esta incipiente propuesta parece que va camino de lo mismo, puesto que Peña y su equipo de Bliss Pictures ya han recibido un premio: el Spanish Screenings Animate en el Weird Market celebrado en Valencia. «Yo estoy encantado con lo que han hecho porque lo han hecho muy bien. Y el premio es la prueba de que también ha gustado», indicaba ayer Martín, que en este caso como creador original no muestra esa distancia que a veces se da cuando una obra de un determinado formato se pasa a otro canal de expresión.

La satisfacción mutua se completa porque ya al hilo de este premio en Valencia les han salido invitaciones a eventos similares, por ejemplo en Argentina, además de contactos con productores para concretar la realización completa de la serie. Esto es, ahora mismo, el paso inminente a dar es el de encontrar financiación para la producción.

Mientras tanto, el personaje de Martín, ya aparcado por el propio autor tras completar una trilogía histórica en el mundo del cómic no solo en España, parece ya decidido en estos tiempos a emanciparse e independizarse de quien le dio la vida y una historia impactante, algo que el autor admite con humor.

Aunque habría que matizar un par de cosas. La fascinación que en su día produjo Brian the Brain en Tomás Peña ha jugado un papel fundamental para el desarrollo de lo que ahora se convertirá en serie. Por eso ha optado por una versión fidedigna. Y, cómo no, tal y como indica Martín, «la idea es que sean seis capítulos de 11 minutos de duración, para que pueda ser vista por ejemplo desde el móvil». Así, cualquier dispositivo en cualquier momento puede adaptarse para visionar las peculiares aventuras de este personaje especial y único.

Brian the Brain no es un tipo cualquiera. Sufre una mutación genética que hace que su cerebro quede expuesto al exterior. Esto le impide llevar una vida normal (cualquier golpe en la cabeza puede ser fatal), pero a cambio le proporciona una inteligencia superior a la media y habilidades telepáticas y telequinéticas. Desde esta sinopsis parte Brian the Brain , que en este caso no añade la coletilla de la película pero sí la serie , de la que están previstas, al igual que con la trilogía, tres temporadas.