Isabel San Sebastián evoca el reino de León

Isabel San Sebastián vuelve a León para presentar su última obra de novela histórica, La  dueña, con la que resalta la importancia del reino de León y reivindica el papel de las mujeres. La autora dice haber comenzado a transitar por este género por «casualidades de la vida». «Fue por un reto que me lanzó mi llorado amigo José Luis Balbín un día en Pravia, de donde él era natural», señala San Sebastián sobre el recientemente fallecido periodista. En aquella ocasión, tal y como rememora la escritora, vieron una placa dedicada a los «reyes holgazanes». «Él me dijo que eran unos reyes del reino de Asturias que, en vez de luchar contra los moros, les pagaban tributos y les mandaban doncellas», lo que a la periodista le pareció una historia  fascinante que merecería la pena que escribiera Balbín. Él, lejos de aceptar tal propuesta, animó a Isabel San Sebastián para que lo hiciera ella. «Y así nació La visigoda —2006, Ed. La Esfera de los Libros—» y « La dueña es la octava novela de esa serie», plantea la periodista y escritora.

Desde ese pasaje de Asturias ha llegado a León, en un viaje de norte a sur, siguiendo la estela de que dejó el proceso de reconquista. La historia trae ahora a Isabel San Sebastián a León para la presentación de La dueña, como ya lo hiciera en 2018 con El peregrino . «Claro, la reconquista fue bajando. Y una vez novelada la creación y el desarrollo del reino de Asturias, la capital se traslada a León y el poder se traslada a León. Mi novela se sitúa, precisamente en los reinados de Alfonso V y Alfonso VI , que fueron reyes de León» y «cuyo palacio, capital y reino eran de León. Castilla era solo un condado que se acabó incorporando a León. La novela habla de lo que supuso el Fuero de León y el reino para la consolidación de ese magno proyecto que fue la reconquista», señala la autora al tiempo que destaca la figura de Sancha , como también sitúa el protagonismo en la vida de Auriola de Lurat, para resaltar «el papel fundamental que desempeñaron las mujeres», tarea difícil de retratar porque «los cronistas no se molestaron en recogerlo». A pesar de estos huecos, San Sebastían asegura que en la novela histórica se puede reconstruir ese vacío sin faltar a la verosimilitud.

«La novela se presenta en León, una ciudad plagada de historia milenaria», «es un privilegio hablar de mi dueñas, de mi Auriola, de esos reyes y esos personajes en un entorno como Botines en León», «un entorno mágico», señala la autora que asegura que, para escribir la novela ha paseado por sus calles, «una ciudad que respira historia por todas sus piedras».

«Yo no me quiero entrar en polémicas, pero históricamente no hay duda de que primero fue el reino de León y luego ya se incorporó Castilla, que era un condado. Esa es la historia, es la verdad» y «de eso va la novela»,  señala la periodista que, en su afán de escritora, con cada obra es un poco más historiadora.

«La historia y el periodismo  —señala— van de la mano. Los periodistas no dejamos de ser cronistas de nuestro tiempo y es imposible entender el tiempo actual si no conoces la historia. Y, a medida que vas conociéndola, te vas enamorando más y vas comprendiendo más y mejor lo que pasa. Salvo la tecnología, hay muy pocas cosas nuevas bajo el Sol, lo demás es cíclico».