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CENTRO ARQUEOLÓGICO

Lancia ya tiene quien la construya

La Diputación adjudica a la empresa leonesa Coysa el futuro del Centro Arqueológico

León

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Dos mil años después de la última construcción en la  ciudad astur-romana de Lancia, vuelven las obras. La empresa leonesa Coysa será la encargada de erigir los tres edificios de que constará el futuro Centro Arqueológico,  según el proyecto diseñado por Gonzalo Pardo, al frente del estudio madrileño Gon Architects, ganador del concurso convocado por el Instituto Leonés de Cultura (ILC), al que se presentaron 18 proyectos. 

Los trabajos, que comenzarán a finales de febrero, han sido adjudicados por 3.126.200 euros, en un  concurso en el que la empresa leonesa solo tuvo otra rival. El plazo de ejecución es de quince meses, de forma que en mayo de 2024 Lancia tendrá un museo para explicar e investigar el yacimiento, donde están previstas más excavaciones.

Coysa ha realizado varias restauraciones en la muralla de León; llevó a cabo la primera fase —cimentación y estructura— del futuro museo de Marialba de la Ribera, para proteger los restos de la basílica paleocristiana del siglo IV; y reforzó el talud sobre el que se erige el castillo de Valencia de Don Juan,  entre otras intervenciones en entornos monumentales.

Un museo de adobe

La última ciudad astur que resistió frente al Imperio Romano recuperará su paisaje original. Es el punto fuerte del proyecto de Gon Architects, además del uso materiales «tan convencionales y a la vez tan innovadores como son los adobes prefabricados de tierra comprimida a alta presión», según valoró en su día el jurado del concurso.

El proyecto de Pardo, titulado Piedra y Tierra, no plantea una única construcción, sino un edificio que fragmenta los espacios en tres volúmenes independientes.

Las nuevas edificaciones —alineadas en orden creciente— están inspiradas en la arquitectura tradicional de la zona y serán de color terracota, para mimetizarse con las colinas del entorno.

De líneas sencillas y con grandes cristaleras, han sido diseñadas de forma eficiente. También habrá zonas expositivas en el exterior de este macrocomplejo, del mismo modo que se habilitarán áreas de trabajo al aire libre, para el lavado y secado de las piezas que se extraigan del yacimiento.

Tras las excavaciones que llevó a cabo Francisco Jordá entre 1957 y 1960, Lancia quedó abandonado a su suerte y los objetos hallados en este enclave quedaron desperdigados por colecciones particulares.

El yacimiento, que durante décadas sufrió todo tipo de expolios, está a punto de sufrir la mayor transformación desde la época en que estuvo habitado. A principios de este mes, el diputado de Cultura, Pablo López Presa, y el arqueólogo de la Diputación, Jesús Celis, mostraban las piezas que aparecieron en las últimas excavaciones realizadas este verano, que se expondrán en el futuro museo de Lancia: monedas, cerámicas, herramientas y adornos.