Amanecer y atardecer en la Sobarriba
La Plataforma Ciudadana del municipio leonés desarrolla junto al artista Alfredo Escapa el proyecto ‘Narrativas solares’, seleccionado por Concomitentes, entidad que responde a problemáticas sociales
El paraíso estaba tan cerca que no lo veíamos. Un bosque para la Sobarriba. O un festival de amaneceres y atardeceres de la Sobarriba. No se habla aquí de un «no estaría mal» porque se hará. Algo y será para siempre. Y no como un sueño inalcanzable, sino como el logro cívico de los vecinos de la Sobarriba, un lugar con todo el sabor rural y natural a tiro de piedra de León capital. Y que tiene un plan: ni cambiar ni sucumbir a paisajes distópicos, o al menos mitigarlos. Un poco de todo eso es Narrativas solares , con Adolfo Escapa al frente.
Ayer, en el Instituto Leonés de Cultura, previa presentación a cargo de Emilio Gancedo, coordinador de proyectos culturales del organismo dependiente de la Diputación, el propio Escapa y la profesora universitaria Daniel Canistrari, y también residente en la Sobarriba, hablaron de este proyecto que arrastra tantas buenas noticias como esperanzas.
Por un lado, y en resumen, supone el aterrizaje de la productora artística Concomitentes. Concomitentes es una entidad sin ánimo de lucro que, busca responder a problemáticas sociales, como la transición ecológica a través de la cultura y el arte. A partir de ahí Narrativas Solares fue una de las propuestas ganadoras de la Convocatoria Arte para la Sostenibilidad por su atención a la urgente crisis climática. El proyecto trabaja de la mano del mediador, Alfredo Escapa, y la Plataforma Ciudadana para la Defensa de la Sobarriba para reflexionar sobre la necesidad de activar una transición ecológica justa, sostenible y comprometida con el territorio de esta comarca leonesa, dónde está prevista la instalación de 10.000 macroplantas solares que amenazan cultivos, pastos y bosques del contexto local.
Tal vez, lo más esperanzador, junto a lo anterior, fue la presencia estos dos días en León y en concreto en la Sobarriba de miembros de Concomitentes procedentes de otros lugares, igual de implicados aunque no se trate de su casa ni de aparentemente sus intereses más próximos. Así, esta solidaridad y compromiso, demostrada en la práctica con la presencia, pueda determinarse como uno de los activos más potentes de Concomitentes.
La otra parte fundamental la aporta el propio Alfredo Escapa, un creador y artista en diferentes frentes que aporta el empuje de la imaginación necesaria para llevar a buen puerto las iniciativas. Es decir, que algo de ideas para la creación y la organización de esas ideas es en lo que ya se ha trabajado en recientes encuentros, reuniones y visitas sobre el terreno. Y como contaba el propio Escapa, los tiempos han cambiado. Y las zonas rurales, a veces mitificadas y a veces olvidadas, también. «Alfredo, los paisanos somos nosotros», dice que le dijeron cuando echaba de menos una estampa rural más de paisanaje. Y es que al final eso es: se trata de ser conscientes de la pertenencia a un lugar.
De momento, esa alternativa cultural que de alguna manera se enfrenta al relato de las energías verdes, renovables y demás cuando en el mismo se ignora que entran en los paisajes como un elefante en una cacharrería, en la Sobarriba se manifiesta con la magia de la ilusión y cohesión de sus componentes. Junto al ILC y la Fundación Cerezales, entidades de nivel ya implicadas, se pretende también crear sinergias con la ULE y otras instituciones leonesas en torno a la cultura.