La noche en la que El Bierzo se convirtió en estrella de cine
El Bierzo hechizó a los Goya. El territorio mágico ya para siempre de Rodrigo Sorogoyen fue talismán y ‘As bestas’ alcanzó 9 estatuas, entre ellas las más preciadas del cine español: mejor película, mejor dirección... Y el propio director no olvidó el flechazo de amor eterno que proclama a los cuatro vientos hacia lo berciano, su gente y sus pueblos
Se empapó de El Bierzo y salió berciano, de sus gentes y paisajes y la convivencia y rodaje en plena Naturaleza, con sus amaneceres espectaculares. Y el frío, la lluvia o el Sol, lo que tocara. Estaba claro que el rodaje iba a ser «bestial», según Rodrigo Sorogoyen, ya desde la noche de este sábado en el olimpo del cine español (9 Goyas lo acreditan). Pero todo empezó en julio de 2021 cuando el equipo de As bestas inició los trabajos de reclutamiento de figurantes en Ponferrada y Villafranca del Bierzo. Estaba claro que esta historia iba a ser un canto a la Naturaleza y a las raíces bercianas y a los que todavía las pisan como una prolongación de su vida. El hechizo de Sorogoyen con El Bierzo quedó corroborado cuando al recoger el premio a mejor dirección se acordó de ese tiempo de rodaje y dejó claro que además de su reivindicación cinematográfica del territorio berciano Sorogoyen iba más allá: a la reivindicación natural y humana. Algo le debió pasar por estas tierras en las que de alguna forma se quedará para siempre. ¿Qué le pasó para enamorarse de El Bierzo? Algo está claro, sin duda: que estuvo. Y eso no se olvida.
El triunfo de As bestas sirvió para que Rodrigo Sorogoyen tributara un homenaje a las localidades bercianas en las que se grabó la película y a los actores no profesionales de la zona que participaron en el proyecto. El discurso del director reconoció a las localidades bercianas de Villafranca, Quintela y Barjas -municipio este último al que pertenece también la segunda- y, a alguno de sus habitantes «que nos regalaron su entusiasmo y su humanidad y en especial a José Manuel Fernández Blanco, Pepiño , que nos estarás viendo desde arriba» además de que lanzó un alegato conservacionista frente a los proyectos de parques eólicos en la vecina Galicia. «Energía eólica sí, pero no así», reclamó.
De Barjas a Cannes hay una autopista de éxito llamada As bestas que une Quintela de Barjas con esa meca del cine en la que los guías tienen nombre propio. Por supuesto el de Rodrigo Sorogoyen, pero también el de Isabel Peña, coguionista. Y los actores: Marina Foïs, Denis Ménochet, Luis Zahera, Diego Anido, Marie Colomb, Luisa Merelas, José Manuel Fernández y Blanco, Xavier Estévez, Gonzalo García, Federico Pérez, Javier Varela, Pepo Suevos, Machi Salgado, Emile Duthu. Y la música de Olivier Arson. Y la fotografía, aquí casi aún más imprescindible, de Álex de Pablo. El sonido de Aitor Berenguer, Fabiola Ordoyo, Yasmina Praderas. El montaje de Alberto del Campo. Y muchos más. Entre todos, porque esto suena a equipo, 9 Goyas y 17 nominaciones. Todos juntos para contar una historia en la que funciona la tradición del boca oreja y es extraño que en una conversación sobre el cine de siempre, el de la pantalla grande, el que para verlo hay que moverse, no surja alguien que la recomienda. Así, As bestas es orgullo de El Bierzo pero también del cine español, que en esta edición, lo que le da más mérito a Sorogoyen, contaba con una variada representación de cine unido por la calidad. Se trataba de hilar la historia de Antoine y Olga, una pareja francesa instalada en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila y en contacto con la naturaleza. Sin embargo, un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno... El resto es la magia del cine. Ahí donde se fajan con maestría, por ejemplo, Denis Ménochet, Diego Anido, Luis Zahera, Marina Foïs o Marie Colomb, todos nominados a los Goya en interpretación.
Ayer, con permiso del resto de compañeros del cine español, Rodrigo Sorogoyen presumió merecidamente de todo esto. Aunque también fue la noche de Carlos Saura, fallecido el viernes, un día antes de recibir el Goya de Honor, con estrenos en cartel y, por tanto, diciendo adiós con las botas puestas.
Pero, en definitiva, esto sonó a música celestial: mejor actor de reparto: Luis Zahera; mejor sonido: Aitor Berenguer, Fabiola Ordoyo, Yasmina Praderas; mejor dirección de fotografía: Álex de Pablo; mejor montaje: Alberto del Campo; mejor música original: Olivier Arson; mejor guion original: Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen; mejor actor protagonista: Denis Ménochet; mejor dirección: Rodrigo Sorogoyen; mejor película: As bestas . Es decir, el sueño berciano de Rodrigo Sorogoyen convertido en realidad.