ARTE
La galería más antigua de León se despide hasta siempre
Bernesga abrió sus puertas en 1974 y cerrará a finales de mes. Marili Santos, ‘alma mater’ de esta sala de exposiciones, no ha encontrado relevo
No cumplirá los 50. La galería de arte Bernesga abrió sus puertas el 4 de enero de 1974 con una exposición colectiva de artistas leoneses y cerrará para siempre el 28 de este mes. Han sido más de 400 exposiciones, pero Marili Santos, responsable de la galería, no elige una especial, se queda con los artistas que ha conocido y con sus clientes. Y ahora toca decir adiós.
Ella llegó al mundo del arte por casualidad o, más bien, por motivos familiares. Había estudiado Información y Turismo en León y pensaba emprender el vuelo, pero tuvo que quedarse. Entró a trabajar en Bernesga y acabó tomando las riendas de la galería en 1989. «Ha sido una larga andadura, pero solo puedo decir que los artistas me han apoyado y que mis clientes me han ayudado a sobrevivir».
Cuando ella empezó, Vela Zanetti era uno de los artistas más cotizados y más codiciados. «No todo el mundo podía permitirse comprar una obra», cuenta. Pero decidió dar una oportunidad a los amantes del arte con menos recursos económicos.
«Hacían un depósito en el banco todos los meses y cuando una obra les gustaba, se la llevaban». En los primeros años de la galería también fascinaba la pintura de Viola, perteneciente al grupo El Paso y que en 1936 participó en la redacción de un manifiesto defendiendo el surrealismo al servicio de la revolución. Al terminar la Guerra Civil, Viola se exilió a Francia y regresó en 1949. Está considerado una de las principales figuras del expresionismo abstracto español.
Entre los pintores leoneses, Santos destaca a Muñoz Renedo, porque su pintura figurativa resultaba muy accesible, así como al artista lacianiego Manuel Sierra, «que siempre arrasa».
A la galerista leonesa le resulta imposible recordar todos los artistas que han desfilado por Bernesga. Tampoco lleva la cuenta de las obras que vende al mes o al año. «Nunca he hecho recuento», dice. Marili Santos ha sido testigo privilegiada de cómo ha cambiado el arte en el último medio siglo.
Capeando crisis y pandemias
La década de los 90 fue una de las mejores para la venta de arte. Un tiempo en el que el valenciano José Llul, con sus célebres cuadros de monaguillos, daba salida a todo lo que exponía; igual que López Herrera, con sus personajes tiernos.
Luego vendrían años más duros y algunas galerías se vieron abocadas al cierre, como Tráfico de Arte, Cubo Azul, Arte Lancia, Arte Santos... Bernega resistió a las crisis y también a la pandemia. Tras el confinamiento, Marili reclamó, como otros galeristas de la ciudad, el mismo régimen que las librerías y abrir con cita previa.
Asegura que ha tenido en la galería a todos los artistas que ha querido. «Iba a ferias y si había algún autor que me gustaba, le proponía que expusiera en León y todos accedían».
Cuenta atrás
En trece días Bernesga cerrará sus puertas tras 49 años y más de 400 exposiciones
Según ella, los artistas tenían un buen concepto de León. «Siempre decían que León tenía mucha relación con el arte por nuestros monumentos». Sin embargo, nadie ha querido relevarla al frente de la galería. Esperaba que algún joven «tomara la antorcha». «Esto te tiene que gustar», asegura.
Aunque muchos de sus clientes le demandan obras y artistas concretos, «siempre se dejan aconsejar». Confiesa que no puede hablar mal de ningún artista. No tuvo desencuentros.
Algunos habituales de su galería han sido Álvaro Reja, con sus obras taurinas; Lola Catalá, con su bellísimo mundo infantil; los paisajes de Miguel Barbero y Miguel Pedro; las acuarelas de Javier Ortas; los retratos y bodegones preciosistas del levantino Germán Aracil; las marinas de Carlos Covián; o las esculturas de Carolina Rodríguez Baptista, que juega delicadamente con el movimiento, la sensualidad y lo lúdico. Muchos de ellos protagonizaron las colectivas que Bernesga organizaba habitualmente en verano o invierno.
Ya ha comenzado la cuenta atrás. En trece días la galería más antigua de León, en la calle Santa Clara, bajará el telón de forma definitiva.