Diario de León

Tres veinteañeros leoneses son los nuevos Amenábar

Manu Quiroga, Raúl Montalvo e Izan Prieto finalizan el rodaje del corto ‘Kein’

Manu Quiroga, José Antonio Diez, Izan Prieto y Raúl Montalvo, ayer, en el Ayuntamiento. DL

Manu Quiroga, José Antonio Diez, Izan Prieto y Raúl Montalvo, ayer, en el Ayuntamiento. DL

León

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Manu Quiroga, Raúl Montalvo e Izan Prieto son los próximos Amenábar leoneses. De momento, aprendices. Pero con el arrojo suficiente como para embarcarse en su primera producción. Artesanal y aficionada pero con producción. Se trata del corto Kein , una ficción en la que ya parten de un futuro distópico pero en la que aseguran que se dan los suficientes ingredientes de intriga como para que merezca la pena no desvelar el final.

En parte, Kein se ha podido rodar gracias al apoyo del Teatro San Francisco. «La ayuda de Eva García, del teatro, ha sido fundamental», explica Manu Quiroga, que entre los tres sería el que aporta la parte de creación de guion. Los actores que participaron en el proyecto son todos aficionados, salvo el papel estelar de Javier Bermejo, que ha apoyado así esta iniciativa que surge de otro de los apartados que unen a estos tres jóvenes leoneses y que es el amor al cine. «Sí, los tres somos consumidores de cine», aseguran en referencia a que en estos tiempos en los que las propuestas audiovisuales se presentan en otros soportes ellos son de los que aún saben degustar la potencia visual y narrativa de la gran pantalla.

Manu Quiroga, Raúl Montalvo e Izan Prieto apenas superan la veintena, estudiaron audiovisuales y cada uno trabaja en lo suyo, pero unidos por esta más que afición van ahora dando pasos en torno a este Kein , que ya se encuentra en fase de posproducción. Ayer, hasta se pasaron por el Ayuntamiento para que el alcalde, José Antonio Diez, supiera de su existencia.

Según ellos mismos explicaron trata de «un cortometraje con ADN leonés y realizado por un equipo íntegramente leonés» y que aborda «un futuro distópico».

¿Qué pasaría si el orden del mundo estuviera bajo las manos de los psicópatas? Esta podría ser la pregunta sobre la que se sostiene el argumento del corto como si ellos decidieran el futuro de los demás como convención por el avance en el estudio de la mente. Pero, ya lo dice Quiroga, «solo se puede contar hasta ahí».

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