ARTE
El Musac explora la arquitectura que cambió el Planeta
‘Paisajes rotos’ por el hormigón. Este material reconfiguró el mundo. Muchos edificios luego fueron abandonados y sus esqueletos son hoy la muestra de un desarrollismo fracasado. El Musac reúne en ‘Concretos’ a 24 artistas que reflexionan sobre la arquitectura que cambió el Planeta.
El hormigón cambió la historia reciente. Y también la superficie del Planeta. Uniformó territorios e hizo posible, por costes, el acceso a viviendas a millones de personas. Sin embargo, invadió zonas vírgenes y dejó paisajes rotos. El Musac reflexiona sobre ello en Concretos —así se denomina el hormigón en Sudamérica, del inglés concrete—, que reúne 29 obras y ha sido coproducida junto con el Tenerife Espacio de las Artes (TEA).
Comisariada por Gilberto González y Pablo León de la Barra, 24 artistas exploran el estado de ruina o reliquia en el que ha desembocado el hormigón. Un ejemplo fue el boom inmobiliario en isla Margarita, lugar de vacaciones de las clases medias en Venezuela, que al llegar la crisis dejó una colección de ‘esqueletos’ de construcciones inconclusas. La muestra colectiva, que se inaugura hoy —con entrada gratuita durante todo el fin de semana— ha costado 110.000 euros.
Una maqueta brutal
Una de las piezas más llamativas es una ‘maqueta’, obra del equipo de arquitectura Montaje, de Valladolid, integrado por Andrés Carretero y Saúl Alonso, que reproduce varios edificios de la denominada arquitectura brutalista en Castilla y León. La terna de artistas de la Comunidad la cierran Esther Gatón, que reflexiona sobre el futuro de la arquitectura, y Ángel Mateos, que aporta una pequeña escultura.
La exposición tiene varias lecturas. Supone una reflexión sobre el impacto global de la modernización, la expansión del modelo turístico o los movimientos migratorios. Y, al mismo tiempo, permite contemplar la ‘belleza’ de mastodónticas construcciones que fueron abandonadas o acabaron reconvertidas en usos distintos a los previstos inicialmente. Lúcio Costa y Oscar Niemeyer crearon de la nada la ciudad de Brasilia en los años 50 y los elementos ornamentales de los edificios públicos fueron ‘readaptados’ espontáneamente por la población en sus modestas viviendas.
Como material de una enorme ductilidad, el hormigón permitió una renovación plástica de la arquitectura en todos los continentes. También posibilitó el acceso de capas de la población, especialmente en el ámbito urbano, a procesos de autoconstrucción.
Un artista griego ha simulado como serán en un futuro lejano los restos del hormigón y no tienen semejanza alguna con el Partenón. Son solo bloques, aunque en realidad son ‘blandos’ y pueden ser manipuladas por los espectadores, que también las pueden usar para sentarse. Se trata de una exposición visualmente amable, pese a lo árido que pueda parecer, a priori, el discurso narrativo. La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, el director del Musac, Álvaro Rodríguez Fominaya, y el director del TEA, Gilberto González, presentaron ayer las claves de Concretos , que abre hoy sus puertas a las 19.30 horas. Entre los artistas de esta colectiva figuran Alexander Apóstol, Chico Buarque, Pablo Accinelli, Nancy Holt, Clara Ianni, Adrien Missika, o las hermanas Jane y Louise Wilson.