Las canciones a flote de Los Restos del Naufragio

En parte veteranos del Garito Ska de Trobajo, y en parte savia nueva, y mucho punk rock con cierta sensibilidad, son los ingredientes de Los Restos del Naufragio, un grupo comandado por Karlos Karton que camina a paso firme a los primeros puestos de la escena leonesa. Como sus canciones, a toda velocidad, y un poco en busca del tiempo perdido, llegan hoy al Babylon de León a presentar todo un pack de sus últimas aventuras: todo reciente, canciones, video, nuevo disco... Y, ante todo, la convicción intransferible de que la música les hará libres.

Karlos Karton al habla resulta un poeta de la calle con mucha calle. Ahora completamente asentado en su vida pero que no evita una sonrisa si mira por el retrovisor del tiempo y los recuerdos de aquellos años 80 y 90 en los que León era un territorio musical incontestable, sin concesiones. No había plan preconcebido, pero los grupos de aquel tiempo parecían haber firmado un compromiso insobornable con la escena de su ciudad.

Los Restos del Naufragio llegan recuperando esa actitud, y, como dice Karton, con razones para seguir: «Para sentirnos todavía jóvenes y con ganas. La verdad es que cuando hay buen ambiente en el grupo las cosas fluyen solas.

La verdad es que tenemos la misma ilusión que unos debutantes», afirma. De hecho, se trata de eso y nada más: «No nos hemos marcado ningún objetivo. La idea original era divertirnos, pero por supuesto abrazaremos todo lo que nos venga». Enrte tanto, ellos van despachando canciones como las que tocarán hoy con todo una institución musical en León como es Tejo y su formación El último punk. Así, entre la mezcla, sonarán temas de todo tipo: «Realmente cada canción es una idea. No tienen un nexo común. Y sí, Tejo forma parte también de aquella generación punk ya veterana. Por eso compartir cartel con ellos es algo bonito», añade.

Cardiacos, deicidas...

Karlos Karton también hace memoria en lo personal y recuerda de dónde le viene el veneno de la música: «Desde niño me gustaba ya escribir y cantar, pero lo que al final he sido es un currante», dice. La pasión sí se fue alimentando con «grupos de León que me influyeron, sin duda, como los Brutos Sekos, pero me devoraba todo lo que pasaba por aquí. Deicidas, Cardiacos, el Heavy metal de Kraneo...», hace así su lista particular.

De su cosecha también hay una faceta literaria y creativa que hace que este leonés mire para todos los lados donde se cuentan historias. Así, afirma que «en cuestión de cine me gustan las películas históricas y de crítica social, lo mismo que en literatura. Me quedo con cualquier libro de Eduardo Galeano o cualquier poema de Bukowski», relata.

«Tengo una hija de 12 años. De más pequeña le gustaba más el rock and roll, sobre todo AC/ DC, pero con los años se va amoldando a sus amigos. Eso si, odia el reggetón», dice, sin añadir que todavía no le gusta... «De León echo de menos la gran cantidad de bares que ponían rock and roll y aquel gran ambiente que había en Trobajo del Camino y el Garito Ska. Y sobre todo, los amigos que hemos ido perdiendo por el camino, como Pepe Bruto, David Bruto, y otros». En definitiva, llegan Los Restos del Naufragio para poner a todo el mundo a salvo. Y para brindar así por todos los Brutos del mundo. Jordi Hidalgo, batería y coros; Inma Vales, a la guitarra y coros; Sergio Aldeano, bajo y coros; y Karlos Karton a la voz serán hoy los encargados de que en el Babylon, desde las 21.00 horas, con entradas a 5 euros anticipada, y 6, en taquilla, suene el mejor punk-rock de León.