Víctor Manuel: León, después de tantos años

Cuando Víctor Manuel cantó en León El abuelo Vítor (ese tema que ya podría alcanzar el honor de ser canción popular) todavía no lo era. Fue en 1970, y por eso un acto íntimo de un joven músico asturiano que se le quedó grabado.

A día de hoy, aún lo recuerda, y más con motivo de su regreso a la ciudad por todo lo alto el 24 de junio en el Palacio de los Deportes. Este martes salen las entradas a la venta.

Fue, así, cómo un concierto en 1970 en Papalaguinda unió para siempre a Víctor Manuel con León. Ahora volverá en solitario en su gira 75 , cifra redonda que luce en toda la promoción y a la que el asturiano mira con nostalgia, la justa. «Sí. No tengo más remedio. Ni hay que exagerar. Aunque aquel concierto de León no se me olvida, ni siquiera la palabra Papalaguinda, porque hacía muy pocos meses que había muerto mi abuelo Víctor. Y le había hecho la canción El abuelo Vítor y cuando la canté en León no pude más y terminé la canción llorando», relata.

Esta es una de las muchas historias que puede contar Víctor Manuel en sus más de 50 años de carrera. «A León he ido luego con Ana, con otras giras, con Pablo Milanés... Pero, así solo, como aquella vez en Papalaguinda, no he vuelto», matiza.

Como ya los habrá ansiosos de lo obvio, por aquello de Serrat, o los avisos de Sabina, etc, la retirada sale rápido en la conversación. No piensa en ella porque tiene cosas que contar y cantar, canciones nuevas y fuerza. Y de hecho, lo explica hablando de lo que todavía siente cuando se sube a un escenario. «Uno no logra transmitir lo que se siente. No hay una profesión en la que por hacer tu trabajo te aplaudan cada tres minutos. Estar en el escenario es estar siempre en la espuma de la vida», relata.

Aunque también sería de justicia en su caso subrayar una trayectoria cargada de canciones trascendentes, que soportan el paso del tiempo. Al respecto de su repertorio apunta un detalle curioso: «En un concierto lo que yo hago es un apartado de las canciones desgraciadas. Que son esas que están bien pero no tuvieron suerte», afirma. Lo que ocurre seguro es que funcionan a la perfección con los éxitos que le han consagrado, como lo corrobora esta gira 75 que le está ya dando al asturiano las mejores satisfacciones.

En realidad, buscando en cualquier etapa de Víctor Manuel hay grandes canciones, incluso en la actual: «La gente quiere las canciones conocidas. Ahora se puede contar: Serrat decía ‘no voy a hacer más canciones. Estoy hasta los cojones de que la gente diga que las buenas son las de antes’», relata, dejando tal vez la prueba evidente de que, como añade, «normalmente, las personas solo escuchamos música nueva entre los 15 y los 35 años... Luego ya repetimos».

Sea como fuere, Víctor Manuel aparece en este 2023 en plena forma y con un espectáculo de primer nivel que llega a León en fiestas el 24 de junio. Y será un concierto de verdad, con músicos, voces y canciones. Sin inventos ni conexiones tiktokeras o demás: «Soy de otra época. No hago canciones de golpe. De hecho, para hacer algo potable necesito tiempo y hacer otras muchas. El signo de los tiempos es la infantilización de darte toda la comida masticada», advierte.

Nada que ver con ese reciente paseo matinal de una de sus caminatas en las que cayó el repertorio de Blood Sweat & Tears. «Qué buenos», dice, lo que evita hacer más preguntas sobre el buen gusto que conserva. Tan solo, la importante: ¿Y el Sporting? Se ve que le tiene loco: «Es lo primero que miro. Cómo quedó...».