Historia de un cadáver mutilado en la Catedral

No ha podido olvidar el incendio que a punto estuvo de devorar la Catedral de León. Tampoco el llamado ‘crimen del Portillo’, con la descuartizadora Covadonga Sobrino. Ahora, estos hechos se ‘cuelan’ en la nueva novela del escritor y periodista leonés Jesús Locampos. Una venganza, algunos sucesos reales atroces y una trama inquietante son los ingredientes de Un asunto muy delicado , que llegará a las librerías el jueves. La mayor parte del libro es ficción «y mejor que lo sea», dice, aunque «quien la lea tendrá presentes casos reales, como abusos sexuales a niños». El autor vuelve a rescatar en Un asunto muy delicado al detective Javier Ayuso, al comisario leonés Campos Valdesogo y al equipo de una productora de Televisión, donde también trabaja una reportera leonesa. Y es que en esta novela negra León no es sólo un decorado, sino casi el personaje principal, con una trama que recorre calles, esquinas y la mismísima Catedral.

Es, precisamente, en la Pulchra, donde arranca la historia. Con el relato del pavoroso incendio del 29 de mayo de 1966. Esa misma noche, a la misma hora en la que los bomberos tratan de sofocar las llamas provocadas por un rayo que avanzan sin tregua sobre el tejado del templo gótico, Martín, un joven de 13 años interno en un colegio, es testigo de un suceso impactante que cambiará su vida.

Todos los datos de lo que ocurrió la noche del incendio «están tomados de lo que en su día publicó Diario de León», explica el autor. También las pesquisas del crimen del Portillo.

Ya en el presente, frente a la Catedral de León, aparecen ardiendo los restos de un anciano en una silla de ruedas. El cadáver no está completo, falta la mitad del cuerpo.

Si en sus anteriores novelas, Las chicas del licor de hierbas e Historia íntima de dos disparos, Locampos, que fue director de la revista Diez Minutos y subdirector de Lecturas , hacía continuos guiños a León, en este nuevo thriller relata sucesos como el asesinado del Portillo, que el propio escritor vivió muy de cerca. Se trata, sin duda, de una novela truculenta y con una trama retorcida. Confiesa Locampos que a él le gusta que el lector le acompañe tras los pasos del detective «y nos sorprendamos juntos». El autor se las arregla para que el lector, al final, «se posicione del lado oscuro», adelanta sin hacer spoiler. Martín pensará en voz alta que «si existe dios, tiene que estar en la Catedral de León».

Entre medias, habrá aparecido la mitad del cuerpo que faltaba en un pantano de Guadalajara.

Coincidencias personales

La novela recoge el manuscrito escrito por el hijo de unos exiliados en Francia, donde relata los hechos que conforman Un asunto muy delicado . Ese manuscrito que el personaje inicia en la localidad francesa de Albi, será el detonante de una trama guarda muchos paralelismos con experiencias y vivencias del escritor leonés, cuya familia emigró a París en los años en los que, como él dice, España era un país en blanco y negro. Y también Locampos, al igual que el joven Martín, estuvo interno en el colegio San José de los maristas hasta acabar el bachillerato.

En su novela —como ocurre casi siempre— algunos hechos increíbles fueron reales. «En ellos me baso para el argumento general, pero luego hay mucho de ficción, para desdramatizar un tema tan crudo. Uno de los mayores piropos que he recibido por quienes ya han leído la novela es que parece increíble que una historia que pone los pelos de punta, al mismo tiempo, llegue a hacerte reír en algunos episodios».

Locampos, que ejerce de leonés desde la diáspora, quería dar mayor protagonismo a su ciudad en esta novela porque «me gusta la socarronería y la retranca de los leoneses, que quedan muy bien en la trama», asegura.

«Hay lectores en Madrid que me han preguntado si los lugares que cito son reales, si existen, porque les gustaría descubrirlos y pasearlos a partir de la novela».

Locampos, que se define como «un poco suicida profesionalmente», porque le gustan los retos —de hecho, tras trabajar en prensa escrita y radio se lanzó a un programa televisivo como Sálvam e—, lleva el mismo camino en el ámbito de la literatura. También su método de trabajo es poco convencional. «Primero aparece la historia en la cabeza y ahí la mantengo amamantando el argumento hasta que un día me siento ante el ordenador y va fluyendo», cuenta.

Escribe de forma casi compulsiva —tres novelas en tres años—, porque la magia concluye cuando pone la palabra ‘fin’. «Ahí llega el repasar, corregir, volver a corregir… Da igual las veces que el equipo de corrección y tú mismo hayas leído y releído el texto, siempre se cuela un error, siempre. Para mí es la peor parte de ser escritor».

El autor leonés, que anuncia Un asunto muy delicado en sus redes sociales como «una novela negra para los que no les gusta la novela negra», firmará ejemplares el día 31, a las 19.00 horas, en la librería Impresiones de Eras de Renueva (calle Sinaloa, 12).

Locampos se ‘metió’ en el mundo del crimen hace tres años con Las chicas del licor de hierbas . Una mujer recibe como regalo de cumpleaños de su marido: una tarjeta púrpura, que es la llave para cumplir cualquier fantasía sexual,. Cuando se decide a hacerla realidad, se encontrará en medio de un asesinato.

En Historia íntima de dos disparos una mujer busca a través de Facebook a un amor de la adolescencia. Cuando ambos deciden encontrarse en un apartamento de alquiler por horas, ella se encuentra a su antiguo amor en la cama, desnudo de cintura para abajo, y con dos tiros.