El gran libro sobre la imprenta

El gran trabajo en forma de libros de Julio César Santoyo sobre la imprenta leonesa es ya una realidad que fue presentada en el Club de Prensa de Diario de León. La imprenta en León (1521-1900). Datos para la historia del patrimonio bibliográfico leonés (Servicio de Publicaciones de la ULE) se llama y aporta la mejor y mayor información sobre la imprenta en León, sus protagonistas y los hitos.

La presentación tuvo también algo de cumbre universitaria, con la presencia junto a propio ex rector, del actual rector Juan Francisco García Marín, que pese a un imprevisto no quiso perderse la cita, y finalmente acudió. Pero también acompañaron a Santoyo el vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Ramón Ángel Fernández Díaz; y José Manuel Trabado Cabado, director del Servicio de Publicaciones de la ULE, en un acto presentado por Daniel González, director de Publicidad de Diario de León.

Santoyo dice que el libro es un modesto intento y que de hecho da pie a que sean otros los que tomen el relevo para que el relato sea más completo. Pero de momento lo que hay es un libro fundamental para entender el desarrollo de la imprenta en León. Para entender todo, también, en la reconstrucción histórica de un libro que, como afirmó el propio profesor, «espero sirva para ayudar a conocer más el pasado de esta provincia que es la mia desde hace 42 años».

Ramón Ángel Fernández destacó el hecho de presentar un libro de estas características en la sede de Diario de León en la capital, y recordó tanto sus momentos trabajando en el periódico como los de su padre: «Trabajó en Diario de León y fue feliz», aseguró. Así, la temática parecía ser la más ajustada. máxime con la cercanía del Día del Libro, este 23 de abril.

Estuvo presente el procurador del Común, Tomás Quintana. Y desde el ámbito educativo y periodístico se pudo ver a Nicolás Miñambres, José Enrique Martínez y Eduardo Aguirre.

«Cuantos hayan observado la rapidez y facilidad asombrosas con que desaparecen papeles, folletos, periódicos, mil documentos, en fin, que un día inundan una población y andan en manos de todos y al siguiente ya se hace trabajoso encontrar un ejemplar..., comprenderán las dificultades con que tropezará el investigador para ir arrancando á la obscuridad y al olvido las obras del pasado, y las que habremos tenido que vencer aquí, privados de los más esenciales elementos, sin grandes bibliotecas y centros de consulta y estudio, angustiados por la pobreza bibliográfica de que ya se quejaba, por todos los escritores de provincias, el autor de los famosos Apuntamientos», cuenta Santoyo. Y así ahora llega su libro para conectar esa imprenta del tiempo.