Ferrero y Galano: unidos

Diferentes pero complementarios, dueños de lenguajes dispares pero que en este caso encajan a la perfección, el fotógrafo José Ferrero (León, 1959) y el pintor Miguel Galano (Tapia de Casariego, Asturias, 1956) ofrecen en el Centro Leonés de Arte (CLA) un diálogo artístico de gran potencial evocador bajo el expresivo título de Viajes de ida y vuelta .

La exposición, que se inauguró este sábado con presencia de sus autores, podrá verse hasta el próximo 27 de agosto en el palacete de la avenida Independencia dedicado a fomentar e impulsar la creación artística y que gestiona el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial.

Luis García Martínez, director del departamento de Arte y Exposiciones del ILC y comisario de la muestra, recordó que José Ferrero y Miguel Galano «llevan transitando por el universo del arte desde hace más de cuarenta años, participando en exposiciones de forma conjunta y compartiendo todo tipo de inquietudes en torno al arte». Cómplices e inquietos, sin miedo a la experimentación y a la mezcla, Ferrero y Galano son unos habituales del panorama creativo en el vecino Principado. Así, García expresó que habitar en el mismo territorio «ha sido, sin lugar a dudas, una de las claves que han ido forjando esa amistad y sintonía, de la que Viajes de ida y vuelta es una muestra más».

Una andadura afín que no deja de entrecruzarse y que, esta vez, les ha llevado a producir una serie de piezas en las que ambos han ido trabajando de forma conjunta. «Esta colaboración comenzó a producirse a mediados de la década de los noventa con lo que podrían denominarse ‘ensayos’, unos ensayos que solo serían validados por los dos artistas a partir del año 2018 y cuya producción continúa hasta el momento presente», informó durante la presentación el director de Arte del Instituto Leonés de Cultura.

Y en las más, han intervenido varias veces y alternativamente hasta llegar a una solución definitiva. De este modo, los procedimientos se mezclan, se filtran entre sí hasta el punto de resultar imposible distinguir, en ocasiones, el límite de la intervención de cada cual.

La temática de las obras gira en torno al paisaje, que nunca es abordado con el propósito de reproducir localizaciones concretas sino más bien con la intención de ahondar en el potencial evocador, sublime, romántico, y no exento de cierta atmósfera de nostalgia, de las pequeñas cosas.