Reivindicación de la mujer y la vida en Julia G. Liébana
La fotógrafa leonesa expone ‘Herbarium’ en el Colegio España de París e inaugurará en Madrid ‘Texturas del tiempo’
«Para mi la fotografía es un proceso vital y emocional y lo que me interesa de la fotografía es el crecimiento personal que me aporta y sobre todo disfrutar en el viaje. Como decía Pierre Gonnord: ‘Fotografiar es un acto de amor hacia la vida y una lucha contra el olvido’. Totalmente de acuerdo». Lo dice Julia G. Liébana y revela en todos los sentidos el arte y oficio de fotógrafa. En la leonesa no hay un único tema sobre el que expresarse sino muchos los que le interesan: el tiempo, la mujer, la naturaleza... Pero en todos los casos para contextualizar un relato, que bien puede discurrir de la belleza a la decadencia. Pero esto es solo un ejemplo en la artista leonesa, inusual dueña de un discurso propio que hace aún más interesante su obra, ya de por sí valiosa estéticamente pero aún más filosóficamente.
Por cierto, el relato general de su versatilidad se sostiene con hechos: expone Herbarium en el Colegio España de París, de donde vino hace deos días, e inaugurará en Madrid Texturas del tiempo , en Alcobendas, un interesante lugar en su apuesta por la fotografía contemporánea y en donde participa junto a otros 16 fotógrafos dentro de las actividades de Photoespaña.
« Herbarium es un trabajo artístico sobre una percepción personal de la Naturaleza. Es un trabajo de descontextualización. De mirar hacia su belleza, su color, su punto escultórico, esta vez en cambio elijo hablar de su decadencia. Es un forma de contar también el paso del tiempo. Así, la otra exposición era en color, y destacaba esa exuberancia, ese esplendor. Esta, Herbarium , es en blanco y negro. Buscando la esencia», explica la creadora.
Esta explicación sirve también para conocer un poco más sobre su forma de trabajar, en la que señala que prefiere tener en marcha varios proyectos y no agotarse en uno solo.
Gracias a esta idea versátil se encuentran en las fotografías de Julia G. Liébana universos creativos de gran inspiración. Ella misma explica que «en mi trayectoria como fotógrafa siempre ha habido una experimentación y una búsqueda constante. Creo que como bien ha dicho algún creador, tanto en la fotografía como en cualquier forma de arte, siempre hay una proyección de tu mundo interior hacia el exterior y siempre hay una búsqueda y un redescubrimiento de uno mismo», afirma, además de remarcar su carácter autodidacta, hecho que no le ha impedido formarse de manera continua. «Los iconos y obras de la fotografía con un significado especial para mí han sido: Los paisajes únicos de Ansel Adams, El instante decisivo de Henri Cartier-Bresson, los retratos de Richard Avedon y el surrealismo de Chema Madoz...», relata como nombres que siempre quedarán.