MÚSICA
Festival de Eurovisión. Blanca Paloma se desinfla ante la poderosa Loreen
La arriesgada apuesta por el flamenco pop con toques electrónicos de Blanca Paloma no conquistó a Europa. La representante española en el Festival de Eurovisión 2023, que se celebró este sábado en Liverpool, quedó en decimoséptima posición, pero colocándose en el ranking como una de las actuaciones más emocionantes y especiales de la noche. Venció, como indicaban todas las apuestas, la sueca Loreen con 'Tatoo'.
La cantante ilicitana, de 33 años, llevó el arte más español por el mundo, con una nana por bulerías que rinde homenaje a las abuelas patrias, especialmente a la suya, la yaya Carmen. La canción 'Eaea' consiguió reunir 100 puntos. Fue muy bien valorada por el jurado profesional (95), pero en el televoto pinchó al sumar solo cinco puntos, dejando un mal sabor de boca después del histórico tercer puesto de Chanel, que hizo recuperar la ilusión a los eurofans en la edición del año anterior.
La voz aterciopelada de Blanca Paloma irrumpió sobre las 21:50 horas en el M&S Bank Arena de Liverpool. La joven artista, que consiguió a la segunda ir al concurso europeo tras participar también en el primer 'Benidorm Fest' de 2022, mostró seguridad en su apuesta y se creció ante un público que replicaba su gesto con la mano durante el estribillo de 'Eaea'. Blanca Paloma tenía claro lo que quería mostrar a Europa, con una afinadísima escenografía que estrenó en Benidorm y que en Reino Unido ha ido perfeccionando.
La actuación de la ilicitana estuvo llena de simbolismos, con influencias de Federico García Lorca y Manuel de Falla. Y con ella, enormes flecos rojos colgando en forma de círculo con los que ha querido representar el 'abrazo' del manto de su abuela Carmen, una sevillana, modista, y, como Blanca la definió, una "artista de la sobremesa". Lució un traje diseñado por Paola de Diego, que la convirtió en una arquera con un espectacular corpiño armadura, y estuvo acompañada de tres bailarinas y dos palmeras. Como colofón final a la emocionante actuación, la artista se agachó con todas las miradas puestas en su mano iluminada. Y recitó: "Mi niño cuando me muera. Que me entierren en la Luna.". El público arrancó a aplaudir y la representante española terminó en lo alto su quejío flamenco.
Con su canción 'Eaea', Blanca reunió puntos del jurado profesional procedentes de países tan dispares como Letonia, Países Bajos, Moldavia, San Marino, Azerbaiyán, Bélgica, Alemania, Portugal, Croacia, Estonia, Armenia, Islandia, Serbia, Chipre, Noruega, Suiza, Australia, Chequia, Eslovenia, Albania y Reino Unido. La gran sorpresa fue en el televoto, al conseguir solo cinco puntos.
Con la posición de Blanca Paloma, España vuelve a la puerta de atrás en Eurovisión. Con permiso de la tercera posición que se marcó Chanel en 2022 (con 459 puntos del televoto y el jurado, la mejor puntuación desde 1975 con Mocedades y 'Eres tú'), en las ediciones anteriores, las candidaturas de la cadena pública ni siquiera lograron estar por encima del puesto número 20: Blas Cantó quedó el antepenúltimo en la clasificación del 2021, pero anteriormente también fracasaron Miki Núñez (22º), Amaia y Alfred (23º), Manel Navarro (26º), Barei (22º) y Edurne (21º).
Triunfo de Suecia Pero el micrófono de cristal fue a recaer este año en la candidata de Suecia. Era la gran favorita para alzarse con la victoria del festival, según todas las casas de apuestas. Loreen ganó Eurovisión 2023 con 'Tatoo', una canción 'pop dance' en la que la cantante alude al amor a través de los tatuajes como algo que se impregna para siempre. La actuación contó con una milimetrada realización y una imponente puesta en escena. Consiguió un total de 583 de puntos. Loreen regresó por la puerta grande al concurso europeo, que deseó la paz en más de una ocasión en el conflicto bélico en Ucrania.
Y es que algo más de una década ha pasado desde que una desconocida Loreen interrumpiera por primera vez sobre el escenario para arrasar con Eurovisión. Su canción 'Euphoria', que se llevó el triunfo en aquel festival de 2012, no solo se convirtió en un gran éxito del verano de aquel año, sino uno de los hits más importantes de la historia del certamen europeo. De ascendencia bereber y a sus 39 años, la cantante puede presumir de haberse convertido una leyenda en un país, Suecia, en el que Eurovisión se toma muy en serio. El año pasado, la audiencia del festival en el país nórdico logró un impresionante 80,9% de cuota de pantalla y casi 2,5 millones de espectadores. La medalla de plata fue para Finlandia e Israel consiguió la tercera posición.