El día que Umbral llevó León a Madrid
Ayer se presentó en la capital el relato breve, escrito en León, considerado como su primera novela
Hay un Francisco Umbral leonés familiar y literario. En el familiar han indagado hasta periodistas estrella de la capital. Del Umbral leonés literario y periodístico, dicho por el escritor, fue artífice Alfredo Marcos Oteruelo, director también de Diario de León. Lo que no había pasado, hasta esta noche, era que Umbral llevara León a Madrid. Hasta el mismísimo Ateneo.
Ayer se presentó Días sin escuela , una novela breve considerada la primera incursión en el género del que fuera uno de las más grandes cronistas literarios de la España del siglo XX. El Instituto Leonés de Cultura de la Diputación ha recuperado este texto, con prólogo de Alfonso García, crítico literario de Diario de León, y epílogo de Emilio Gancedo, coordinador de actividades culturales del ILC. El acto en Madrid contó con la presencia de María España, mujer de Umbral, y nombres tan cercanos en su día como Ángel Antonio Herrera.
Si Marcos Oteruelo fue el que provocó que Francisco Umbral se impregnara de la realidad leonesa para pasarla a esa magistral forma de contar la realidad, el propio Umbral es el que dota de importancia su paso por León. Como en ese Diario de un noctámbulo , por ejemplo, donde generó esa esencia literaria inclasificable del retrato de una época.
Origen
‘Días sin escuela’ se publicó en ‘Tierra de León’ al haber ganado en 1965 el premio Provincia
Por eso tiene un valor máximo el ejercicio de rescate de un texto de Umbral que necesitaba ser refrescado y presentado. Así, se está ante un Umbral (1932-2007) auténtico, en una publicación de de apenas 75 páginas, cuya única difusión fue incluirlo en el número 6 de la revista Tierra de León al haber ganado en 1965 el premio Provincia de León.
La iniciativa partió del profesor de literatura Alfonso García, fundador y director durante casi treinta años de El Filandón , suplemento literario de Diario de León, quien había «redescubierto» la novela tras décadas de olvido.
Tuvo noticia de su existencia hace más de una década cuando, durante una conversación con un expresidente de la Diputación, éste le desveló que había sido miembro de un jurado que había premiado una obra de Umbral.
«Me quedé con la copla y busqué entre toda la bibliografía de Umbral la novela que pudiera corresponder al citado premio, pero no encontré nada y aparqué el asuntó hasta que unos tres años después deduje que al ser la persona que me dio la pista vicepresidente de la Diputación, el galardón tal vez tuviera algo que ver con dicha institución», tal y como señaló García.
Por su parte, Emilio Gancedo explicaba que se trata de uno de esos proyectos que más ilusión le han generado dentro de su actividad como coordinador de actividades del ILC. Y lo que queda es ese pulso literario de Umbral que sigue firme con el paso del tiempo.