Ricardo Magaz: «España es el país con más fugitivos»
‘El quinto mandamiento’. Así titula el escritor y criminólogo cepedano Ricardo Magaz su último libro, donde revela cómo opera el crimen organizado en España, un país en el punto de mira de terroristas y narcos, porque aquí «es fácil esconderse».
El escritor, profesor y policía leonés Ricardo Magaz. DL
España, país de sol, fiesta y playa, tiene una ‘cara B’. Entre una marea de más de 80 millones de turistas es fácil esconderse. El profesor, escritor y criminólogo leonés Ricardo Magaz levanta la alfombra de esta piel de toro que es la Península Ibérica para mostrar otra realidad, «la que los españolitos de a pie no ven». Su nuevo libro, El quinto mandamiento: diario de crimen y castigo , editado por Eolas & Menoslobos, es el diario que el autor comenzó a escribir mientras estaba convaleciente por el covid, donde relata algunos crímenes reales que ha conocido como investigador o como analista de prensa y su quehacer como profesor de Fenomenología Criminal en la Uned-Instituto Gutiérrez Mellado.
El autor de Perro no come perro y España negra aborda en El quinto mandamiento el crimen sin fronteras, el narcotráfico, el terrorismo, la ciencia policial y, por último, a modo de licencia poética, la literatura y el cine negro. «El hombre es capaz de lo mejor y también de lo peor sin cambiar de acera. No hace falta padecer un desorden de identidad, ser un psicópata o un sociópata para ello. Ese es el problema», afirma Magaz a modo de introducción de un volumen avalado por la Sociedad Científica Española de Criminología.
Magaz también repasa algunos de los sucesos más violentos ocurridos en León en los últimos años. Siguió en la Audiencia Provincial, día a día, las confesiones de las tres asesinas de Isabel Carrasco y de todos los testigos. También incluye casos como el de la peregrina norteamericana Denise Pikka Thiem, brutalmente asesinada cuando se desvió del Camino de Santiago para visitar Castrillo de los Polvazares en 2015; o el asesinato del periodista David Beriain y el cámara leonés Roberto Fraile, ejecutados en Burkina Faso en una emboscada yihadista.
El crimen organizado y el narcotráfico, explica Magaz, tienen a su favor la posición estratégica de España. «Somos la frontera sur del espacio Schengen y estamos a solo 15 kilómetros de África». Además hay que tener en cuenta que algunos de los aeropuertos españoles están entre los de mayor tráfico del mundo y que este país tiene casi 8.000 kilómetros de costa. Según Magaz, el crimen organizado se ha establecido en la Costa del Sol, desde donde maneja los hilos. «España es el país con más fugitivos punitivos», asegura. «Cada año hay 20.000 nuevos fugitivos (entre españoles y extranjeros)».
Los narcomacarras
«Un kilo de coca se compra en Colombia por menos de 2.000 euros; y en el mercado, ese kilo, proporciona unos ingresos de 120.000 euros». Magaz asegura que el perfil de los narcos ha cambiado. Recuerda que clanes como los Charlines, Sito Miñanco y Oubiña comenzaron con el estraperlo, después se pasaron al llamado ‘Winston de batea’ y luego al hachís y la cocaína. Con la Operación nécora aprendieron que tenían que pasar desapercibidos. Las reglas cambiaron. «Se hacían cargo en alta mar del alijo y lo entregaban donde conviniera, siempre con un pacto de lealtad entre ellos». Pero ahora el tráfico de drogas está en manos de los llamados ‘narcomacarras’, que son «extremadamente violentos». Los Pantoja, los Chachos, El Potito o el clan de los Castañas llevan una vida de lujo y hacen ostentación de sus riquezas en las redes sociales.
No solo ha cambiado el perfil de los narcos, sino de los delitos. «El ‘secuestro express’ no era habitual aquí, es un fenómeno importado de Latinoamérica y del Este de Europa». Lo mismo ocurre con los sicariatos, matar por encargo, con algunos casos célebres, como el crimen del concejal de Llanes Javier Ardines. «Si buscas en internet: ‘¿Cómo contratar a un sicario?’, aparecen miles de ofertas. Muchas son timos, pero las hay reales y no en el internet profundo».
España parece un país poco violento, donde ni los narcos ni los sicarios causan alarma social porque «no andan pegando tiros y buscan discreción». Pero Magaz hace una advertencia: «Si esto continúa así, lo notaremos».
En El quinto mandamiento , el policía repasa también el terrorismo y los 400 asesinatos sin culpable. Mikel Lejarza, nombre en clave ‘Lobo’, infiltrado en ETA en los años 70 y que ha vivido en la clandestinidad desde entonces, le ha confesado a Magaz: «Ahora tengo tanto miedo como antes».
El escritor asegura que «ETA sigue teniendo influencia. Y recuerda que el escritor Shalman Rushdie, cuando ya creía que estaba a salvo, tras décadas de vivir amenazado por sus Versos satánicos, con la orden de asesinato emitida por el ayatolá Jomeini, fue atacado violentamente el año pasado en Nueva York cuando pronunciaba una conferencia.