La cineasta leonesa Medarde lanza una ‘colecta’ para acabar ‘El tren del olvido’
Un momento del rodaje del corto. ANA CALLEJO
Los usuarios del tren de vía estrecha protagonizan el nuevo cortometraje de Isabel Medarde, El tren del olvido . La directora de cine leonesa ultima la postproducción de su nuevo cortometraje y lanza un crowdfunding del proyecto para conseguir la financiación necesaria para finalizar la película.
El tren del olvido es un cortometraje expositivo, mezcla de ficción y documental, que fue rodado en abril de este año en León y su provincia. En él se narra el pasado y presente del tren de vía estrecha de León, cuyo trayecto pasa por cinco provincias, hasta llegar a la estación de la Concordia en Bilbao. Las grabaciones se sucedieron durante cinco días y congregaron a unas treinta personas, entre equipo técnico, artístico, actores, entrevistados y figurantes.
A su paso por las distintas paradas a lo largo del recorrido, el documental da voz a usuarios del tren que exponen su punto de vista tanto de su historia como de la actual situación del tren de la Feve de León. Los testimonios se intercalan con el seguimiento a dos viajeros reales, Manuel y Natalia, en su traslado del pueblo a la ciudad para sus quehaceres diarios. Complementan el metraje las declaraciones de expertos que saben de la situación actual de este servicio público.
La idea original de llevar a cabo este documental fue concebida por Manuel Urueña, ingeniero industrial, antiguo profesor de la Universidad de León y viajero habitual de la Feve, quien propuso a la productora de cine Bambara Zinema la realización del proyecto. Urueña ha escrito en los últimos años diferentes artículos que denuncian la situación que el tren vive desde hace más de una década. En esta ocasión y a través de un trabajo conjunto con la productora, el cortometraje pone de manifiesto la situación que viven los viajeros del tren como consecuencia de unas obras paralizadas que impiden que hoy día el tren llegue, como antes lo hacía, hasta el centro de la ciudad. A pesar de que se haya llevado a cabo una importante inversión en la obra de integración de las vías del tren con el Tren-Tram, dicho servicio no ha llegado a inaugurarse, obligando a los viajeros, desde hace doce años, a realizar un trasbordo y completar en autobús el resto del trayecto de 2 kilómetros.