Lío en el Cabildo de la Catedral de León por el cese del organista

La venganza es un plato que se sirve frío. A Francisco Javier Jiménez Martínez le ha llegado con tres años de retraso. Al menos, así interpreta él que no sea renovado como organista titular de la Catedral de León, puesto al que accedió hace tres años.

Al Cabildo de la Catedral  de León siempre ha habido que ‘leerle’ entre líneas. Nadie había hablado, hasta ahora, de los ‘líos’ y los ‘bandos’ en el órgano ejecutivo del templo gótico. La disputa que divide a los canónigos se centra en el cese del organista titular , al que se le acaba el contrato ad tempum este viernes.  «El obispo me confirmó hace un mes que no tenía ningún problema para que continuase», afirma el afectado. En su expulsión el músico ve la sombra alargada de Samuel Rubio .

En una carta incendiaria, con el encabezado «Samuel Rubio se ha salido con la suya», Jiménez culpa a su antecesor de estar detrás de su ‘despido’.  La elección del sacerdote granadino, en un concurso convocado por el Cabildo que exigía, entre otras condiciones, que los candidatos fueran presbíteros, no sentó bien a Rubio, que decidió poner tierra quemada de por medio, al no haber conseguido darle el relevo a su discípulo favorito, Giampaolo di Rosa. Rubio canceló, tras 37 años de historia, el Festival Internacional de Órgano. Este fue el legado que se encontró el granadino; además de unas malas relaciones de Rubio con el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), que salvó el Festival de Órgano algunas temporadas —cuando estuvo a punto de no celebrarse por falta de presupuesto—, pero organismo al que relegó Rubio cuando volvió a tener subvenciones del Ayuntamiento y la Junta.

Durante el tiempo que ha sido organista titular, Jiménez ha organizado un Festival Internacional de Órgano, ha colaborado con el CNDM —que organiza un concierto anual en la Catedral leonesa— y ha conseguido que tocaran en León algunos de los mejores organistas del mundo, como Olivier Latry, organista titular de la catedral de Notre Dame. Conciertos por los que han pasado más de 20.000 espectadores. 

La venganza

También intentó crear una orquesta, que fue, según él, «torpedeada» desde el Cabildo. Considera que su cese es «una venganza» orquestada por Rubio, a quien acusa de haberse reunido con miembros del Cabildo para contarles que «el órgano está desaprovechado». Lo que persigue el ahora canónigo emérito, asegura Jiménez, «es poner a quien él quiera».

El organista confiesa que ha perdido dinero y la salud en el cargo que deberá dejar el viernes, porque denuncia haber sufrido mobbing. «En el Cabildo hay muchas envidias», dice. «Prima el prestigio personal de cada uno. No conocen la misericordia. Hay personas como el deán que jamás han trabajado en una parroquia y desconocen el sufrimiento de la gente».

Jiménez, que pidió un permiso especial a la diócesis de Guadix para trasladarse a León, no sabe cuál será su futuro inmediato. «Yo ya tengo una vida construida aquí», explica, sobre su regreso a la diócesis andaluza. «El obispo ha decidido, con derecho y libertad, escuchar la decisión de una parte del Cabildo que, obviamente, me causa un daño y una humillación terrible... Es un gran obispo y me ha propuesto quedarme en la diócesis atendiendo otras tareas pastorales, pero esto supondría un desprestigio y una humillación a mi oficio musical», asevera.

Jiménez Martínez recibió todo tipo de críticas cuando desembarcó en León, muchas centradas su discapacidad —le faltan varios dedos en una mano—, lo que no le ha impedido tocar el órgano Klais de la Catedral. Rubio reprobó que el Cabildo hubiera hecho el proceso de selección sin tenerle en cuenta. Finalmente, aseguró que su sucesor «es un candidato que no considero en absoluto adecuado para ser organista titular de la Catedral de León». 

Según fuentes del Cabildo, «lo que mal empieza, mal acaba». Se da la circunstancia de que en unos días habrá renovación en el Cabildo. En concreto, elegirán los cargos de deán y secretario, ocupados ahora por Manuel Pérez Recio y José Sánchez, respectivamente, dos de los canónigos, según Jiménez, que han abogado por echarle.

Este periódico no ha podido hablar con Samuel Rubio, tras numerosas llamadas y mensajes de wasap. Manuel Pérez Recio explicó este martes que tras la reunión del Cabildo que decidió convocar la plaza de organista han remitido el acta al obispo y que en una nueva convocatoria el Cabildo decidirá cuándo sale la plaza y cuáles serán los requisitos y si será nuevamente un contrato por tres años o más tiempo.