«LINCHAMIENTO»
El organista de la Catedral de León denuncia una campaña de odio
El organista denuncia una campaña de odio por ser minusválido y estudia acudir al Defensor del Pueblo. Este viernes cesa en el cargo. El obispo propone que vuelva a concursar a la plaza
Imagen de archivo de un concierto de Francisco Javier Jiménez Martínez en la Catedral de León. DL
«Catedral de León: discordia por la elección de un organista discapacitado». Así titulaba el medio británico The Times la elección del presbítero Francisco Javier Jiménez Martínez para sustituir a Samuel Rubio . Otros medios nacionales han cuestionado la valía del sacerdote granadino por faltarle dos dedos de la mano derecha. El organista titular de la Catedral de León, que ha remitido sendas cartas al deán y al obispo de León, se considera víctima de un linchamiento. Y se pregunta si su cese, que se cumple este viernes—tenía un contrato ad tempum por tres años—, se debe, en realidad, a su discapacidad.
El músico, que procede de la diócesis de Guadix, estudia ahora si la campaña contra su persona incurre en un delito de odio. Enviará su caso al Defensor del Pueblo de España, el Procurador del Común de Castilla y León, el Defensor del Pueblo Andaluz —ya que su procedencia es andaluza—, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), los departamentos que rastrean los delitos de odio por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio del Ministerio del Interior, y la Fiscalía competente.
Jiménez Martínez relata cómo ha sufrido un «delito de odio» continuado por ser una persona con un 47% de discapacidad y que desde que llegó al puesto de la Catedral de León se ha cuestionado su profesionalidad y su capacidad con «ataques muy graves».
El obispo se pronuncia
El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, «valora» el trabajo del sacerdote granadino y le ha ofrecido seguir en las parroquias que lleva actualmente. También, según fuentes próximas al obispo, le ha animado a volver a presentarse al concurso que se convocará próximamente para cubrir la plaza que ha ocupado estos tres años. Jiménez Martínez, titulado Superior de Órgano por el Conservatorio de Valencia, fue elegido organista de la Catedral de León en el concurso convocado por el Cabildo en 2020. Su elección no sentó bien a Samuel Rubio, que proponía para el puesto al organista italiano Giampaolo di Rosa, que no cumplía el requisito de ser presbítero.
Este periódico ha tratado de hablar, sin éxito, con Samuel Rubio, al que Jiménez Martínez acusa de estar detrás de su cese. «El permiso del obispo de Guadix para permanecer en León concluía el 23 de junio, y el obispo me había renovado ese permiso. Sin embargo, algunos miembros del Cabildo Catedral, días atrás, han estado reuniéndose con Samuel Rubio para provocar mi expulsión», denunció en un escrito remitido a este periódico.
Las actuaciones del Cabildo
El sacerdote granadino critica que tanto el Cabildo de la Catedral de León como el propio Obispado leonés «nunca han salido en defensa de su canónigo con discapacidad, a pesar de los ataques y calumnias recibidas en varias publicaciones y en diferentes círculos sociales y musicales de la ciudad».
El organista lamenta que la decisión de su cese se adoptó en una reunión del Cabildo en la que no estuvieron presentes todos los miembros y en la que él no pudo defenderse.
Jiménez Martínez alega que en tres años ha abierto las puertas de la Catedral de León a los alumnos del Conservatorio de Música de la ciudad, ha restaurado las maltrechas relaciones que había con el Centro Nacional de Difusión Musical del Ministerio de Cultura —que ha vuelto a incluir a la Catedral en sus ciclos de órgano—, la puesta en marcha del órgano realejo del Museo de la Catedral, que había permanecido abandonado durante treinta años, o las tres ediciones del Ciclo Internacional de Órgano, con casi treinta conciertos celebrados, o el Curso Internacional de Música Sacra, que lleva organizando en tres ediciones, con asistencia de alumnos de varios países.
A pesar de estas contribuciones, el todavía organista de la Catedral de León confiesa tener problemas de salud debido al «acoso» que ha sufrido y que se ha visto inmerso en «una situación desalentadora y perjudicial», que le ha llevado a plantearse incluso la renuncia al sacerdocio. El Cabildo se renueva la próxima semana y aún no se ha fijado la fecha del concurso.