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El magnetismo literario de Picasso

Una antología reúne textos de dos Nobel y poetas del 27 influidos por el artista

Portada del libro. DL

Publicado por
León

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Como «El imán de la literatura» definió Juan Antonio Gaya Nuño a Picasso por la atracción que el genio malagueño ejerció siempre sobre los escritores, algo que ahora refleja la «antología caprichosa» —no académica ni crítica, sino pensada para el lector común—, efectuada por el editor y escritor José Esteban.

Picasso: Imán de los escritores en español (Reino de Cordelia) es el título de esta antología de textos de 56 escritores, entre ellos dos Premios Nobel y media docena de poetas del 27, que agrupa poemas, semblanzas, artículos, evocaciones, testimonios, fragmentos memorialísticos y aproximaciones críticas al artista que revolucionó la pintura.

«¿Cuál es el motivo más determinante que convierte a Picasso en un verdadero imán para los escritores? Y me refiero a escritores en general, y no a críticos o historiadores del arte», se preguntaba Gaya Nuño, asombrado por la cantidad de literatura generada por la obra y la vida del pintor, y Rafael Alberti parece contestarle en las páginas de esta antología:

«Picasso fue un pintor para poetas. En todas las diversas etapas de su vida estuvo cerca de ellos. Recordemos a Max Jacob, Apollinaire, Reverdy, Cocteau, Prévert, Breton, Aragon y Paul Eluard. Todos ellos supieron recoger algo de ese gran río de fluir permanentemente de Picasso.»

Aunque entre los primeros libros picassianos en español estuvieron los de Ramón Gómez de la Serna y Eugenio d’Ors, ambos autores de obras muy personales e ingeniosas, la atracción picassiana «la han sentido y sufrido» mucho más los poetas, según José Esteban, quien advierte:

«En un círculo de poetas comenzó a desarrollarse la pintura de Picasso recién llegado a París, y fueron ellos, los poetas, los que le rodearon mediante una atracción mágica. Y a ese primer y significativo círculo y a la lírica picassiana se han ido integrando altísimos poetas que no pudieron conocer al artista». Entre los textos seleccionados los hay también de pintores, como la breve nota de Joan Miró en la que muestra su orgullo por el regreso a España del Guernica y recuerda cómo visitó a Picasso en su taller parisino mientras lo pintaba, y el de Antonio Saura, que él mismo calificó de «libelo» y tituló Contra el Guernica y que era una sucesión de aforismos como estos: «Detesto el Guernica porque sin ser un cuadro de historia es tristemente una de las composiciones más extraordinarias de la historia del arte», y «detesto el Guernica porque no cayó en la trampa del realismo socialista y no trató de ‘fotografiar’ la guerra, sino hacerla desde la pintura». El pintor y escritor Ramón Gaya afirmó que «Picasso es, sin duda, uno de los más grandes milagros españoles» y añadió: «Eso que hace Picasso no es, en efecto, pintura, pero es ‘creación’, o mejor, contribución genial a una creación sentida con grandeza, entendida con generosidad. Le quitó al arte mucho sentimentalismo acumulado, mucha sensiblería, mucha blandura, mucha imprecisión».