El Cervantes rescata la increíble vida de Emilia Serrano, baronesa Wilson
Emilia Serrano, la baronesa Wilson. ARCHIVO
El Círculo de Orellana, en colaboración con el Instituto Cervantes, organizan la conferencia La Baronesa de Wilson o la conquista del mundo con 365 relojes , dedicada a la escritora y periodista Emilia Serrano, que podrá seguirse mañana, a partir de las 19.30 horas, en directo, a través del canal 1 del Instituto Cervantes. Serrano de Wilson, según aseguraban las crónicas periodísticas, fue «la mujer más célebre de América» durante las últimas décadas del siglo XIX. Pronunciará la conferencia la investigadora Pura Fernández, directora de Editorial CSIC y responsable del área de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana de la institución.
Emilia Serrano intentó ocultar su origen —no se sabe si nació en Granada ni en qué año— y fue construyendo una biografía a medida que la llevó a codearse con en París con Eugenia de Montijo y la flor y nata de la intelectualidad y burguesía parisinas. Instalada en París joven, Emilia Serrano entabla relación con la amplia comunidad intelectual de origen español e hispanoamericano en París. George Sand, Lamartine, y el círculo periodístico del dramaturgo José Zorrilla, con quien tendría una hija, vieron crecer la figura de una joven que, en circunstancias adversas, logró fundar una revista dirigida a un público femenino, La Caprichosa , que se convirtió en un éxito editorial en España e Hispanoamérica. Transformada en la Baronesa de Wilson (nunca existió ese barón), la periodista, escritora, traductora y empresaria cultural, al tiempo que recorría Europa, logra convertirse en la primera agente literaria internacional como representante del gran Alejandro Dumas y gestora de sus derechos de traducción al español.
Emilia Serrano regresa a España en la década de 1860 y consigue un papel relevante en el mundo cultural y en la corte de Isabel II. Al tiempo que multiplica su actividad periodística. Gracias a su habilidad en los negocios, la Baronesa comienza a preparar lo que será su gran proyecto vital: viajar a Hispanoamérica entre 1864 y 1914. En los cerca de veinte años que vivió en diferentes países americanos llevó a cabo todo tipo de empresas culturales y sorteando dificultades y aventuras varias. Se codeó con los principales nombres del panorama cultural y político del siglo, hasta el punto de llegar a convertirse en asesora de gobernantes, como el presidente mexicano, Porfirio Díaz.