Diario de León

‘Loco pájaro de la noche’ y otros vuelos sublimes

El Claustro Abierto Capuchinos ofrece este mes una atractiva exposición colectiva de catorce destacados artistas

‘Primera luz (First light)’, de Fernando Ampudia. P. R.

‘Primera luz (First light)’, de Fernando Ampudia. P. R.

León

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Hace tiempo que el Claustro de los Capuchinos, el del convento de San Francisco de Asís, ha añadido el término ‘abierto’ casi más como sustantivo que adjetivo, con la intención de que sea un espacio dedicado a exposiciones, música, teatro y artes plásticas. Y ahora es el turno de una colectiva coordinada por Rafael Murciego en donde surge la complicidad perfecta entre artistas vinculados a León. De Manuel Jular a Rocío Cuevas, así hasta catorce destacados nombres, en donde desde la discreción consiguen que en pleno centro de la ciudad haya un lugar de remanso artístico. Una exposición paran quedarse a vivir, por ejemplo, contemplando Loco pájaro de la noche , de Uriarte, que evoca a Victoriano Crémer y casi le recuerda volando a ras de León o escribiendo de manera sublime en este periódico, o directamente sentado en su mesa del Bar Río, que ya no está ni la mesa ni el bar. Pero el claustro de los Capuchinos aquí sigue y afortunadamente como todo un abierto para toda la ciudad.

La exposición se puede ver (desde el 22 de junio) hasta el 31 de julio. Los horario son de lunes a viernes de 18.00 a 20.30 horas, sábados de 18.00 a 20.00 horas y los domingos de 11.30 a 13.30 horas.

La alineación, por orden de aparición en el cartel, es de primera: Juan Rafael, Rocío Cuevas, Francisco Suarez, Pablo G.G. ,Santos Javier, Alejandro Sáenz de Miera, Fernando Ampudia, Andrés Herrero, Mónica Jorquera, Manuel Jular, Itxaso Garmendia, Conrado, Juan Carlos Uriarte y Amancio. Ellos componen este mucho más que un once titular indiscutible y despliegan cada uno su talento en diferentes disciplinas plásticas y dejando estilo, que es de lo que se trata.

Así, el lenguaje creativo de cada uno se manifiesta a través de sus obras pero también de una explicación que viene a decir de dónde le viene el arte a cada uno. Y el espectador se encontrará este espacio espectacular para observar sus obras y conocer la Ficha de Artista del porqué de cada uno. Por ejemplo, Uriarte y la música: «El poder de los sentidos puede gritar de diferentes maneras. La vibración es tan similar, que el cambio de unos a otros no debería provocar un choque emocional. Bajo estas premisas, Juan Carlos Uriarte decide en un momento de su vida transformar la vida al lado de la música por la vida al lado de la pintura y escultura», se explica. O cómo Amancio, de formación autodidáctica, es con su maestro Alejandro Vargas cuando definitivamente encuentra en la escultura casi una razón de ser y de crear. O el carácter multidisciplinar (de artesano y vanguardia) de Álex Sáenz de Miera. Y Fernando Ampudia siguiendo la máxima de Eduardo Arroyo: «Ser pintor es seguir siéndolo». Más el carácter polifacético de Pablo G. G., de Rocío Cuevas y su vocación experimental, o el propio Juan Rafael: todoterreno. Todos encajan en este puzle de talento en el claustro de los Capuchinos de visita obligada.

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