La Catedral de León iluminó a Gaudí
El genio de la luz. Nueve expertos analizan desde hoy la figura de Antoni Gaudí como uno de los maestros de la luz de la arquitectura española. Cuando llegó a León estaba en marcha la gran restauración de vidrieras de la Catedral y un taller hasta entonces inédito en España. Seguramente, le dejaron huella.
Antoni Gaudí solo necesitó un año para levantar la Casa Botines. Fue entre 1891 y 1892. Aunque sus estancias en León fueron fugaces, el arquitecto catalán tuvo tiempo de empaparse de los principales monumentos de la ciudad, que entonces rozaba los 14.000 habitantes. Arantxa Revuelta, doctora en Historia y que durante dieciséis años trabajó en el Taller de Vidrieras, recuerda que Gaudí llegó a León en un momento crucial de la magna restauración de finales del XIX que evitó que la Catedral se desplomara. Revuelta, que hablará hoy sobre La luz de la Catedral de León y su influencia en la obra de Gaudí , en una de las tres conferencias organizadas por Fundos y la Universidad de León para profundizar en el universo del genio catalán, está convencida de que la restauración que lleva a cabo Juan Bautista Lázaro, especialmente de las vidrieras, así como el taller que se instaló a los pies del templo gótico para reparar el mejor conjunto de vitrales medievales del mundo, tuvo necesariamente que impactar a un joven arquitecto que estaba al inicio de su carrera.
Si múltiples obstáculos impidieron a Gaudí concluir el Palacio Episcopal de Astorga, la construcción de la Casa de los Botines —como se la conocía en el siglo XIX— fue todo lo contrario. No hubo problemas de presupuesto, entregas ni cobro. Los empresarios Simón Fernández Riu y Mariano Andrés, propietarios de un comercio de tejidos, encargaron la construcción de un comercio-vivienda al arquitecto catalán. Al elevarse de las esquinas las torres colgantes, que le confieren un aspecto de castillo de cuento, los niños cantaban: «¡La casa de los Botines se cae, se cae...!». Esta misma impresión era compartida por los arquitectos locales, que estaban convencidos de que aquello no podía sostenerse. Cuando Gaudí se enteró, llegó a anunciar: «Quiero que me envían esas críticas por escrito, para enmarcarlas y colocarlas en el vestíbulo de la casa cuando esté acabada».
La Catedral en huesos
Gran admirador del gótico, que pudo contemplar ‘en huesos’ cuando la Catedral de León estaba siendo sometida a la mayor restauración de su historia, Gaudí muy probablemente conoció al arquitecto Juan Bautista Lázaro. «Ambos siguen muy de cerca la línea de Viollet-le-Duc», sugiere Revuelta. Creía Gaudí que «la originalidad consiste en el retorno al origen; así pues, original es aquello que, con sus medios, vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones...».
Además de Revuelta, en la primera jornada de Gaudí y la luz, que explorará tres ejes clave de la producción gaudiniana: la estética de la luz, la luz en el templo y la luz en la arquitectura doméstica, intervendrán Fernando Fernández Lerma y César García Álvarez.
Tras el éxito del curso Gaudí en León. 130 años de la Casa Botines, parecía obligada una segunda edición abierta a un tema más amplio y universal. Coincidiendo con la conmemoración del centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla (1863-1923), gran maestro español de la luz en la pintura —al que Botines dedica actualmente una exposición temporal—, el nuevo curso pretende indagar en la figura del que está considerado como el gran maestro de la luz en la arquitectura española. La Fundación Obra Social de Castilla y León, a través del Museo Casa Botines Gaudí, y la Universidad de León organizan este curso de verano, con la colaboración de la Fundación Proconsi, el Instituto de Humanismo y Tradición Clásica y el Ayuntamiento de León. Las conferencias tendrán lugar en el Palacio del Conde Luna, que en tres jornadas reunirá a algunos de los grandes expertos de la obra gaudiniana. Las nueve conferencias del curso, codirigido por César García Álvarez, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León, y Carlos Varela Fernández, conservador del Museo Casa Botines Gaudí, se pueden seguir también de forma online.