Diario de León

León guarda un retrato inédito de Vargas Llosa

El plan. El artista Eduardo Arroyo inmortalizó en 1980 a Vargas Llosa, con quien colaboró en el teatro. El retrato es propiedad de un leonés que quiere exponerlo e invitar a verlo al Nobel peruano.

Retrato del escritor Mario Vargas Llosa realizado por Eduardo Arroyo. DL

Retrato del escritor Mario Vargas Llosa realizado por Eduardo Arroyo. DL

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Víctor Miguélez, un conocido coleccionista leonés, llevaba tiempo buscando una obra especial de Eduardo Arroyo. En diciembre de 2020 localizó en la casa de subastas catalana Setdart un collage de este artista vinculado familiar y sentimentalmente a León. Se trata de un retrato de juventud del escritor Mario Vargas Llosa. Miguélez no sabía, en principio, que el inmortalizado era el premio Nobel peruano. Hasta que encontró un boceto preliminar. El cuadro se subastó ‘sin título’.

Miguélez, tras adquirirlo, inició una pequeña investigación para seguir el rastro de esta obra que, como pudo averiguar, «no se ha expuesto al público nunca». Con anterioridad, estaba en manos de un coleccionista barcelonés. En el reverso del collage hay una sencilla dedicatoria: «Para María, de Arroyo». Miguélez no ha conseguido deducir a quién va dirigida. También en la parte posterior de la obra figuran las medidas del collage (40 x 30) y el año en que fue realizado (1980).

El retrato del autor de La ciudad y los perros —hecho con cartulinas de colores— está tomado de una conocida fotografía tomada en 1964 del escritor y su entonces mujer y prima, Patricia Llosa, que se separaron en 2015, cuando el escritor comenzó su relación con Isabel Preysler.

Boceto de Vargas Llosa. ARROYO

Boceto de Vargas Llosa. ARROYO

A Miguélez le gustaría exponer la obra de Arroyo e invitar a León a verla al autor de La civilización del espectáculo, un ácido ensayo contra la prensa rosa, publicado antes de su relación con la viuda de Miguel Boyer y de protagonizar con ella varias exclusivas en la revista ¡Hola!. Siete meses después de la sorprendente ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, la vida del escritor ha dado un vuelco. Hace unos días se confirmaba la noticia de que el autor de Pantaleón y las visitadoras se encontraba de viaje en Sicilia junto a Patricia Llosa. El escritor no ha querido confirmar si su nueva novela, que llegará a las librerías el 26 de octubre bajo el título o Le dedico mi silencio, está dedicada a su expareja. El libro, ilustrado en la portada con una reconocida obra del colombiano Fernando Botero, promete sumergir al lector en una fascinante historia ambientada en el Perú y enfocada en la poderosa influencia de la música en la sociedad. «Narra la historia de un hombre que soñó un país unido por la música, y enloqueció queriendo escribir un libro perfecto que lo contara», según ha adelantado la editorial Alfaguara.

León acoge actualmente dos exposiciones, repartidas en tres sedes, dedicadas a Eduardo Arroyo: Retorno al paraíso de Robles de Laciana, dividida entre el monasterio de Sandoval y el Centro Leonés de Arte; y Cómo ser Eduardo Arroyo, en la Casa de Sierra Pambley en Villablino.

 

El coleccionista y dos autores

Víctor Miguélez siempre ha sido amante del coleccionismo de antigüedades y libros, pero no fue hasta 2011 cuando se propuso encontrar algún ejemplar original relacionado con la Constitución de 1812. Miguélez, que fue alcalde de Gordaliza del Pino durante ocho años, cedió en depósito el mes pasado 190 piezas sobre constitucionalismo español y sufragio femenino al Museo Casa Botines Gaudí, al que también ha prestado un gran panel de azulejos cuyo motivo principal es el Panteón Real de San Isidoro, obra del ceramista Daniel Zuloaga. En la actual exposición temporal que Botines dedica a Sorolla, una de las obras, de Cecilio Pla y Gallardo, pertenece igualmente a la colección de Miguélez. A Eduardo Arroyo no llegó a conocerle personalmente, pese a los constantes viajes del artista a Laciana y también a León, especialmente durante la época de colocación de su obra Las moscas en Puerta Castillo.

En cambio, Arroyo y Vargas Llosa sí tuvieron relación. En 2008 Las mil noches y una noche, la personal adaptación de Las mil y una noches de Mario Vargas Llosa supuso el regreso al teatro del escritor, bajo la dirección de Joan Ollé, con escenografía del artista Eduardo Arroyo e interpretada por Aitana Sánchez-Gijón y el propio escritor peruano. Era la tercera vez que Vargas Llosa ejercía de actor acompañado de Sánchez-Gijón en el escenario y bajo la batuta de Ollé, con los que también trabajó en La verdad de las mentiras , recopilación de cuentos que declamó en 2005; y en 2006, en Odiseo y Penélope , adaptación de La Odisea.

Mario Vargas Llosa y su prima y exmujer Patricia Llosa. ARCHIVO

Mario Vargas Llosa y su prima y exmujer Patricia Llosa. ARCHIVO

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