El lagar de Fernando el Católico
El Castillo de Montilla, en Córdoba, atesora en su subsuelo un complejo industrial medieval vinculado a la elaboración del vino que el monarca ordenó destruir a principios del siglo XVI
El Castillo de Montilla atesora en su subsuelo un complejo industrial vinculado a la elaboración del vino, en lo que sería, según las primeras hipótesis de los arqueólogos, el gran lagar medieval que Fernando el Católico ordenó destruir, junto al resto de la fortaleza a principios del siglo XVI.Al pisadero, donde se extrae el mosto de la uva, y a la poza de decantación que se descubrieron a finales de la primavera pasada se han unido ahora dos nuevas estructuras de estas mismas características que «seguramente» estaban colocadas en batería.
Esta es la conjetura preliminar del director de la excavación, el arqueólogo José Miguel Bascón, de BM Arqueología y Patrimonio, la empresa encargada de las excavaciones del Castillo de Montilla.
Según su criterio, con estos hallazgos se habría descubierto el origen del vino que se almacenaba en la bodega ya datada en la población por María Concepción Quintanilla Raso, que en su tesis doctoral ubicó una instalación de este tipo para 4.000 arrobas que rendían 40.000 maravedíes.
Bascón señaló, en una conversación en el propio yacimiento, que en el caso de las primeras dos estructuras localizadas, el pisadero y la poza de decantación puede concretarse que fueron demolidos cuando Fernando el Católico ordenó en 1508 destruir el Castillo de Montilla.
La decisión se debió a que el señor de la Casa de Aguilar y primer marqués de Priego, Pedro Fernández de Córdoba, desobedeció sus órdenes y encarceló a un enviado suyo.
Esta demolición está confirmada por una moneda localizada en la colmatación de estas dos estructuras, que establecen que la fecha de la demolición «no trasciende de la primera mitad del siglo XVI».
De cualquier manera, José Miguel Bascón ha considerado que es muy probable que las dos descubiertas posteriormente, en las que no hay esa constancia arqueológica, corriesen la misma suerte.
En su opinión, entre las estancias que han aparecido junto a las estructuras que indubitadamente están referidas al lagar, es verosímil que se encuentren las que estuviesen destinadas a bodegas.
Bascón concretó que hay que tener en cuenta que estos hallazgos se encuentran situados «entre la muralla de la fortaleza y el propio castillo, es decir, estaban al resguardo de esa muralla y el resguardo del castillo».
Como consecuencia de ello, se ubicaron en la adaptación de un recinto previo. Con el primer pisadero y poza de decantación aparecieron restos de tinajas
Es probable, en su opinión, que su creación se deba a Alonso de Aguilar, hermano mayor del Gran Capitán.
Un yacimiento de estas características únicamente tiene parangón en España en Cuéllar (Segovia), donde en el verano de 2010 se localizaron un pisadero y una poza de decantación, también de la época medieval.
Estos descubrimientos han sido «una de las sorpresas que nos tenía guardada esta intervención», ya que la misma actuación ha puesto al descubierto «un espacio funerario vinculado al oppidum (ciudad) ibérico, que seguramente tuvo bastante importancia a tenor de la superficie que vienen ocupando estos restos». Los hallazgos arqueológicos ibéricos hasta ahora «estaban diseminados y ahora hemos podido concretar un poco más tras descender sobre los niveles de ocupación medieval».