Hojas que se caen y se convierten en arte en color

Hojas caídas que se convierten en arte efímero aunque su recuerdo queda para siempre. Carlos Cuenllas, profesor y artista, propone a sus alumnos que se fijen en lo cotidiano para que de la observación y la inquietud creativa aparezca el arte. El otoño es un filón inagotable, hasta que llega el invierno. Y los alumnos se aplican para que el tiempo no pase sobre ellos como si nada, sino como una observación de los cambios de uno mismo.

«Cada temporada y cada estación del año tiene sus platos y sus productos típicos, y nos sincronizamos nuestro consumo y nuestra actividad con lo que nos aporta la naturaleza en cada momento del año. De hecho, es bueno que así sea. A veces, pasa los mismo dentro de las aulas de los colegios, y hay trabajos de clase que se repiten cada temporada cuando llegan ciertas fechas. Decorar las hojas caidas de los árboles es, sin dudad, desde hace muchos años, en el aula de Plástica del colegio marista San José (León), la señal más clara de que estamos atravesando el otoño. En esta ocasión, el soporte que usaron para plasmar sus trabajos artísticos simplemente lo tuvieron que buscar y recoger del suelo de nuestra ciudad, y además fue gratis», explica Cuenllas. Esta es parte de la cosecha de los trabajos que los estudiantes de la ESO realizados sobre esta tarea.