Diario de León

Álbum de teatro y vida del gran Fernando Bravo

- El Candil acoge este sábado (20.00 horas) un gran homenaje al director teatral, fallecido el 11 de agosto, con destacados artistas leoneses

Fernando Bravo, en el centro, saludando después de una función. A la izquierda, José Ramón Gómez. DL

Fernando Bravo, en el centro, saludando después de una función. A la izquierda, José Ramón Gómez. DL

León

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El Candil acoge este sábado un gran homenaje a Fernando Bravo, director teatral fallecido el 11 de agosto, con la presencia de actores, músicos y artistas con los que desarrolló una intensa actividad escénica mostrando sabiduría y complicidad a partes iguales. José Ramón Gómez, actor y mano derecha en proyectos y el taller de teatro del centro sociocultural, reivindica su figura a partir del recuerdo personal y vital y proyectos que lo convierten en una figura  clave del teatro independiente .

Fernando Bravo representaba el teatro verdadero, ese que ocurre como suceso cultural más que hecho económico. Es el manido, en este caso cierto, viaje a ninguna parte en donde los cómicos llevan a la gente las historias de cerca y de la lejanía. Fernando Bravo se fue de repente, dejando todo un estruendoso vacío que José Ramón Gómez, actor leonés todoterreno, su mano derecha en tantos proyectos, cuenta como su pena y la de todos. Y a vueltas con el escenario la tristeza se manifestará, como si fuera la voluntad de Bravo en un gran evento en El Candil, su casa teatral, con una gran alineación de estrellas culturales del firmamento leonés. El acto en sí, este sábado sábado, será el siguiente:

A partir de las 20.00 horas y con Estrella Alonso como presentadora, El Candil sacará toda su artillería artística que en este caso está formada por parte de los mejores músicos, intérpretes y creadores de León. Se proyectará el corto, autoría de Fernando Bravo, Identidad. Posteriormente tendrán lugar representaciones que él dirigió para dar paso a actuaciones musicales con Javier Baillo, John Bramley, Guillermo Alonso, Isamil y David Debesa. Pepi Levian realizará alguna de sus apariciones, pos supuesto con algunos de los temas clásicos que emocionaban al homenajeado.

Un hombre del renacimiento

El grupo de teatro que actuará este sábado está formado por Luisa Garnica, Luis Nieto, Carmen Martínez Barjón, Celia Fernández Prada y Adrián García. «Fernando (Bravo) era un hombre del renacimiento. Tenía una gran cultura. Le interesaba todo. Desde la literatura a lo esotérico. Y León era muy importante para él. Curioseaba todo. Y luego te lo contaba como historias alucinantes», dice Gómez, también Peperra, o Pepi Levian, ese inclasificable alter ego en forma de personaje. Y le vienen lágrimas a los ojos que no caen para brillar más en nombre del amigo, dramaturgo, director, actor y de todo que fue este personaje de la cultura leonesa.

También habrá un homenaje en El Albéitar, puesto que la muerte le llegó a Fernando Bravo de forma inesperada y tenía hasta una obra por estrenar además de ser el director del Taller de Teatro El Candil, todo un modesto laboratorio escénico donde se cuecen historias más trascendentes de lo que se puede imaginar.

Vuelta a lo que cuenta José Ramón Gómez la historia de Fernando Bravo hay que iniciarla en 1976, cuando estos dos aún adolescentes entonces comienzan a actuar, a querer ser actores, y Bravo ya gana premios como mejor actor. León entonces vive un momento de alta repercusión con el grupo teatral La Fragua, nombre mítico ahora pero entonces un bullicio de creatividad. Y esa incipiente carrera le catapulta a Madrid. He aquí ya un hito de Bravo, puesto que forma parte del elenco de Historia de un caballo, junto al inolvidable José María Rodero.

En León, junto a Gómez, con el teatro universitario representan Fedra en Almagro y ganan el premio a mejor obra de teatro aficionado.

La vida pasa como una obra más corta de lo previsible, y va en serio a lo Gil de Biedma, y algo hay de recoger velas en este caso con entusiasmo para volver a León. Porque los títulos y los proyectos se suceden. Casi se le agolpan a José Ramón al enumerarlos aunque también define el carácter de Fernando Bravo: «Siempre colaboramos juntos. La idea de dirección era suya pero compartiendo con todos. Y luego más que imponer quería que llegáramos a su idea. Luego nos decía: ahora vosotros tenéis que hacer el resto. Él venía del TEI de Madrid. Había pasado por Valencia de ayudante de dirección de musicales. Colaboró también con Hilario Franco a nivel literario. También trabajó con Luis Algorri. Si te lo tuviera que definir te diría que era un tipo culto , un hombre del Renacimiento», relata Gómez. Hay un Esperando a Godot hecho entre los dos junto a muchos otros títulos señeros. Inventos como Temporada de champiñones, esa maravilla de teatro inclusivo que dirigió y sigue a disposición de cualquier programación y que habría que mimar como producto cultural leonés. Y hay con ese Grupo Trifásico, junto a Peperra, una obra póstuma que es El refajo de Celestina, de Eduardo Blanco Amor. Cuando se suba el telón y se estrene esa obra, Fernando Bravo no estará, pero su equipo, sus actores, se encargarán de que la magia de la escena lo haga presente.

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