El secreto teatral que hizo público Antonio Valbuena
Antonio Valbuena fue dramaturgo. O lo quiso ser. El leonés Joaquín Serrano Serrano investiga este extremo literario del autor. Aunque publicó sus pinitos teatrales, no fue una de sus actividades públicas más conocidas. Intento fallido o misterio
Sabíamos que Antonio Valbuena había sido un gran crítico (8 tomos de Ripios , 4 de Fe de erratas …), un buen narrador (Rebojos, Parábolas , Agua turbia…), y un cuantioso poeta con más de diez mil versos. Desde ahora, sabemos que también se inició en la labor de dramaturgo. En mayo de 1865 el joven montañés tiene veinte años y medio; está estudiando Teología en el seminario diocesano de León; y funda, dirige y redacta un periódico, El Fénix , del que saca dos números a la semana, jueves y domingos. Su número 1 sale el 04/05/1865. Y en el número 11 (el 8 de junio) empieza a publicar una obra de teatro suya, en verso, titulada Un sacrificio de amor para la redención de un pueblo . De Santander le vienen tempranas críticas. Dos días después (10/06/1865), el periódico de Santander La Abeja Montañesa hace una primera y negativa crítica de las primeras escenas de esa obra. La noticia la da J. C. Santoyo, Periódicos leoneses del siglo XIX. Catálogo comentado, p. 70 ; y, lógicamente, encauza a leer el periódico cántabro, que, entre otras cosas, dice: «Amena literatura. En el número 11 de El Fénix de León ha empezado a publicarse un drama en tres actos y en verso, trabajado sobre la historia de Catalina Cornaro, publicada en el Museo de las familias, al decir de su autor, que, según la portada del citado drama, es el director del mencionado colega leonés. […] Nada podemos decir del plan de la obra […], porque aun no conocemos de ella más que la portada, los nombres de los personajes y escena y media del primer acto. En cuanto a pureza del lenguaje y belleza de estilo…, juzgue el lector».
Y sigue: «Aconsejamos a El Fénix , porque le queremos bien, que […] corrija mucho el drama, si todo él está escrito con el buen gusto que distingue a sus dos primeras escenas, pues al paso que vamos, la lengua más mala de todas las lenguas va a ser la que pondere a Un sacrificio de amor por la redención de un pueblo , drama en tres actos y en verso […], por el director de El Fénix ».
Con estos datos se puede afirmar que Antonio Valbuena empezó a escribir y publicar un drama en verso, de tres actos, que se titula Un sacrificio de amor por la redención de un pueblo ; que versa sobre la historia de Catalina Cornaro; que lo publicó durante varios números de su periódico El Fénix ; y «las dos primeras escenas» ya se habían editado a la altura del 10 de junio de 1865. Y después siguió publicando otras, como queda constatado en la información que da La abeja montañesa el 22 de jumio de 1865.
La duda que queda es ¿cuántos versos y escenas de su drama escribió y publicó Valbuena? Si no lo continuó durante mucho tiempo, como es probable, ¿cuál fue la razón que le hizo desistir? ¿Las duras críticas del periódico cántabro La Abeja Montañesa ? ¿O la misma circunstancia del autor, joven de 20 años, que abandona por aquellos días el seminario y tiene que buscarse una nueva vida, y que, por ello, no tuvo ya tiempo suficiente para continuar su obra de teatro? C. Bravo, amigo de Valbuena, y en 1902 ( La imprenta en León : 509) dice que «Las vacaciones [curso 1864-1865) fueron causa de que desapareciera El Fénix ».
Valbuena, según La Abeja Montañesa , confesó que su drama estaba trabajado sobre la Historia de Catalina Cornado, publicado en el Museo de las familias . En dicho semanario de Madrid, el 25 de febrero de 1845, páginas 36-48, se publicó Catalina Cornaro (Novela histórica) . Contiene 5 capítulos, con muchos matices románticos. Se inicia la obra con el gran amor de la alta dama veneciana Catalina Cornaro (1454-1510) y el valiente Gerardo, el día en que se iban a casar. Ella lamenta (ante su anciano tío Andrés, en función del padre muerto, como aparece en los versos transcritos de la obra de Valbuena) la tardanza del novio en llegar. En vez del novio, llega un alto personaje de Venecia, Macéñigo, que, bajo amenazas muy graves, manda anular dicha boda, porque Catalina, por razones de estado, se ha de casar con el joven rey de Chipre. Ella, ante el peligro que corre Gerardo, ha de aceptar la boda y se hace reina. Al cabo de dos años, una lenta y grave enfermedad va minando la salud del rey, al que Catalina cuida con cariño, como inicio de la trama.
Sobre esto es sobre lo que Valbuena empezó a escribir su drama «en tres actos y en verso». De Catalina Cornaro se sabe, además, por otras fuentes, que la obligaron a abdicar, con lo que el reino de Chipre pasaba al dominio veneciano. Su fama debió de ser muy notable, pues fue pintada por Tiziano, Durero, Bellini y Giorgione. Y sobre ella se han compuesto óperas estrenadas en París y en Nápoles. De la biografía de esta gran dama, Valbuena tomó dos aspectos que le parecían interesantes: el «sacrificio de amor», y la entrega o «redención de un pueblo», Chipre. Aspectos que están en la historia que publica el semanario Museo de las familias , y que le llevan a titular su obra Un sacrificio de amor por la redención de un pueblo . Sería curioso preguntarse cómo y por qué Antonio Valbuena, con 20 años, se decide a escribir y a publicar, en el periódico que él funda y dirige, al igual que concluir que, en todo caso, lo constatado, es que el leonés Antonio de Valbuena quiso ser también autor de teatro. Lo empezó a ser; lo hizo en verso; eligió tema, personajes, una buena historia; e inició su desarrollo. Y publicó varias escenas, durante varios números en su periódico.