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San Isidoro destina la capilla de San José al parlamentarismo

- Un altar para la democracia. San Isidoro convertirá la capilla de San José en un lugar de culto a las primeras Cortes de Europa, para evocar que aquí nació el parlamentarismo en el año 1188.

La capilla de San José tal y como está actualmente en la colegiata de San Isidoro. MUSEO DE SAN ISIDORO

León

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San Isidoro quiere recordar que entre sus muros se celebraron las primeras Cortes de Europa en el año 1188. Un acontecimiento excepcional que ahora pasa desapercibido para los visitantes de la Colegiata. La capilla de San José, situada en la panda oeste del claustro, a pocos pasos del Panteón Real, había quedado fuera de las obras de reforma del Museo de San Isidoro, que ha triplicado el espacio expositivo al ocupado otras capillas, como la de los Salazares, la de los Vacas, la de San Ignacio, la de la Magdalena y la de los Omaña. Ahora añade una más, no prevista en la remodelación diseñada por el arquitecto madrileño Juan Pablo Rodríguez Frade.

Se trata de una iniciativa del Cabildo Isidoriano, explica el abad, Luis García Gutiérrez. La nueva estancia permitirá rendir culto a un acontecimiento histórico sin precedentes: Alfonso IX convocó en San Isidoro las primeras Cortes con participación del pueblo, 25 años antes de que el pérfido Juan Sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León, sancionara la carta magna inglesa presionado por los nobles. 

En 2013 la Unesco reconoció a León como cuna del parlamentarismo. Un monolito colocado en 1988 recuerda en el claustro de la colegiata que la joya del románico albergó la primera ‘curia regia’ con representantes del pueblo llano. En esta estela está grabado el texto: «A los comienzos de mi reinado, cuando por primera vez celebré Cortes en León, dentro de San Isidoro». «Pero pasa desapercibido», admite el abad.

Monolito en San Isidoro dedicado a las Cortes. SECUNDINO PÉREZ

La Comisión Territorial de Patrimonio aprobó este martes la intervención para adecuar como espacio expositivo la capilla de San José. La estancia prácticamente solo necesita «una mano de pintura», en opinión del abad. Patrimonio también permite trasladar de esta capilla las cinco piezas que la decoran, de escaso valor artístico. Se trata de un crucificado que es una copia del Cristo de Alcañiz, el vaciado en yeso de las esculturas del Salvador, de San Bartolomé y Santo Tomás, y un altar de piedra moderno que hace años se utilizaba para oficiar misa.

De momento, el abad no ha desvelado qué expondrá esta estancia, porque León no posee ninguno de los cinco documentos o decreta que acreditan que aquí nació el germen del sistema parlamentario. Los legajos están desperdigados entre Madrid, Orense y Sevilla. Aunque siempre podrá exhibir facsímiles.