Diario de León

Mayrata reivindica a ‘El Tortosino’ como precursor de la magia moderna

El escritor abordó la historia del mago de Carlos V en León Vive la Magia

Ramón Mayrata. J. CASARES

Ramón Mayrata. J. CASARES

Publicado por
EFE

Creado:

Actualizado:

El escritor y uno de los mayores especialistas en la evolución e interpretación cultural del ilusionismo Ramón Mayrata considera a Joan Dalmau ‘El Tortosino’, mago del emperador Carlos V, como el precursor de la magia moderna y artífice de que el ilusionismo se convirtiera en un arte con entidad propia.

Mayrata remarca que la magia de Dalmau «empezó a contemplarse de otro modo, de una manera artística, al provocar en los espectadores sensaciones nuevas de asombro y admiración y les movía a plantearse el origen y la causa de los fenómenos y los límites de lo real hasta sentar las bases del ilusionismo moderno».

Mayrata ha viajado a León para participar el Festival Internacional Vive la Magia, en cuyo marco impartió ayer una conferencia en la que recorrió historia de este disciplina artística y repasó la vida de los artistas más relevantes de cada época.

Mayrata define la magia ilusionista como el arte de crear imposibles y de hacer visible lo invisible, y precisa que durante miles de años formó parte de los rituales de las primeras culturas.

«El mago-chamán transformaba la realidad, hacía aparecer o desaparecer, modificaba, volvía perceptible lo intangible, y añadía un más allá, otro mundo, al mundo físico y vivido» recalca.

Y destaca que por medio de manipulaciones y escamoteos, efectos ópticos, ventriloquía y otros recursos escénicos, hacía visible lo que no existe materialmente, pero si existe en las mentes de las personas: los sueños, los deseos, los dioses.

Recuerda que en el Renacimiento el público empezó a contemplar la magia ilusionista como un arte escénico y no como resultado de fuerzas sobrenaturales y con la invención de la imprenta la realización de algunos de estos efectos comenzó a pieza a ser difundida E incide en que el mago dejó de ser anónimo a partir de 1541, cuando el médico y matemático Gierolamo Cardano evocó en su libro De Subtilitate una actuación de magia que para le resultó inolvidable.

Había tenido lugar dieciséis años antes, en 1525, justamente cuando Carlos I de España derrota a los franceses en Pavía y restituye el Ducado de Milán a Francisco María Sforza, segundo hijo de Ludovico el Moro. La sesión se celebró en la corte de Francisco II Sforza y el mago Joan Dalmau ‘El Tortosino’, dejó memoria de su arte y también de su nombre para la posteridad, aunque Cardano se refiere a él como Dalmatum o Dammatus.

«Con él nace un nuevo tipo de escamoteador y ya no trabaja para campesinos o artesanos. Ha logrado introducirse en la corte y tiene una personalidad artística propia», explica Mayrata.

También reseña que no todos los juegos de su repertorio eran de su invención y algunos procedían de la tradición inmediata y muchos se remontaban a un remoto pasado si bien había logrado otorgarles una impronta propia. El experto recuerda que uno de los juegos que labraron su celebridad se sigue practicando con el nombre de los aros chinos.

A su juicio, Dalmau practicaba un nuevo tipo de magia que sentará las bases del ilusionismo como arte escénico, y se le reconoce por desarrollar lenguajes artísticos inéditos y sofisticados, que darán origen a nuevas especialidades como la cartomagia.

También destaca del personaje que fue representativo de la movilidad geográfica de los artistas en el Renacimiento. Nacido en Tortosa, Carlos V le convirtió en su mago de cámara y alcanzó celebridad en Italia, Flandes, Alemania, España y en la corte francesa de Francisco I. Su repertorio incluía la «cuerda rota y recompuesta» y «el hilo cortado en cien pedazos y recompuesto».

tracking