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El Liceo Egipcio cumple diez años

Cuenta con más de 600 obras de arte y unos 5.000 volúmenes y manuscritos

Raúl López, Beatriz Cañas y Kathryn A. Bard (en el centro). J.NOTARIO

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León

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«Haber abierto las puertas ya es un triunfo, pero sobrevivir diez años con actividades constantemente, con alumnos e investigaciones y haber crecido en oferta cultural, en aporte a la ciencia y en participación de la ciudadanía es un balance muy muy positivo». Con estas palabras celebra Raúl López, director del Museo Liceo Egipcio de León, los diez años de vida de una institución cultural que pretende ser «viva». «Nadie nos daba diez años, ni siquiera nos daban uno, y después de todo esto ha habido muchas instituciones y muchas ciudades españolas y de fuera que se han puesto en contacto con nosotros para trasladar el Museo, pero mientras nosotros podamos seguirá estando aquí», asegura con rotundidad.

Los inicios del Museo, que en este 2023 cumplió su primera década de vida, se remontan a la propia infancia de Raúl, que desde pequeño tenía bien claro que quería dedicarse a la Egiptología, a pesar de «haber nacido en un sitio que en principio no tenía esas posibilidades». Por ello, estudió Historia en la Universidad de León, donde se doctoró, y tras ello se le planteó un conflicto: «O aceptaba que el mundo no me daba lo que quería o creaba un sitio donde pudiera desarrollarme personalmente».

Fue entonces cuando, en compañía de su mujer y codirectora del Museo, Beatriz Cañas, tomaron la decisión de «hipotecar» su vida para «construir algo nuevo», como era «un sitio donde poder estudiar Egiptología, enseñarla y darla a conocer». Este sitio es lo que se hoy se conoce como Museo Liceo Egipcio de León y se ubicó inicialmente en La Virgen del Camino para finalmente, poco más de un año después, trasladarse a su ubicación actual, el Palacio de Gaviria, en pleno centro de la ciudad de León.

«Somos conscientes de que León no parecía la ciudad más indicada para hacer una institución dedicada a esto, pero nos pareció ilógico que yo fuera a enseñar egipcio jeroglífico a Londres y a otros sitios mientras que en España tan solo hay otro Museo dedicado al Antiguo Egipto que está en Barcelona y dejásemos a nuestra ciudad sin ello», reconoce, consciente de que «era una locura».