López Casado lleva a Botines su fiesta del arte

«Que empiece la fiesta». Lo dijo Eduardo López Casado. Y la fiesta dura hasta el 5 de mayo. Porque López Casado le tiene miedo a la palabra multidisciplinar pero la pone en práctica. La Casa Iluminada , comisariada por Carlos Varela Fernández, conservador jefe del Museo Casa Botines, es, sí, su particular fiesta del arte en el emblemático edificio leonés de Gaudí, y, por tanto, un exigente espacio para que un artista llegue con su obra y la exponga, algo que no ocurre, aun a riesgo de que quede eclipsada por el envoltorio. José María Viejo, director general de Fundos; Raúl Fernández Sobrino, director del Museo Casa Botines Gaudí; y los citados Carlos Varela y Eduardo López Casado presentaron e intervinieron en el acto en el que se dio a conocer el conjunto de la exposición.

Una exposición peculiar, con una parte al uso, pero luego también ocupando espacios no expositivos como el hueco de una escalera, que convierte también a López Casado en un pionero al tratarse del primer artista vivo que lo hace en Casa Botines. Y al de Villar de Mazarife, ese carácter de pionero, de buscar nuevos caminos, le queda bien como papel.

Tal vez, en este caso cuenta con la ventaja de su experiencia, que es toda una trayectoria, en el sector de la construcción, decorando interiores (suyos son el primer El Gran Café o el Equilibrio, por aquello de la vena crápula...) y siguiendo una estela artística que no desprecia ni reniega como es la condición de ser hermano de Monseñor.

Que la exposición sea de más de setenta obras, que se vea en espacios diferentes, no hace sino corroborar o confirmar la personalidad de Eduardo López Casado, capaz de estar presente a la vez en León, Asturias o Villar, por ejemplo, o al menos dar esa sensación cuando entra en actividad.

‘hilos cruzados’

La Casa Iluminada en su caso es la culminación de un viaje cuando sin haber perdido el contacto con León regresa de Alemania dispuesto a que el arte ocupe su lugar. Tal vez, en el negarse al desengaño esté la clave de que viva ahora hitos artísticos como el que ocurre ahora en el Museo Casa Botines. Si una visita al edificio siempre es mágica, López Casado suma esa mirada futura de un Botines vivo. Esta muestra, de hecho, es el resultado de la primera edición del proyecto Hilos Cruzados , con el que el museo se abre a la creación contemporánea con la intervención en algunos de sus espacios más singulares. En esta ocasión, «veremos cómo el artista Eduardo López Casado ha intervenido en la escalera y los patios de la Casa Botines. Estas instalaciones suponen un inédito diálogo entre su arquitectura y la creación artística actual». Esa es la cuestión.