Paco Ibáñez: verdad y libertad en el Auditorio

Un hombre de negro con una guitarra en el escenario. Y sus músicos. Paco Ibáñez en el Auditorio. Como aquel inolvidable en el Olympia hay que afrontar una noche con el cantautor que más generaciones ha atravesado sin perder ni uno solo de sus principios: el compromiso con la cultura y la transmisión de arte y conocimiento. Cuando las luces se enciendan y se acabe el concierto, se confirmará la evidencia: pasó un genio por León. No ocurre tanto...

Cantautor de la vieja escuela con la fuerza de quien canta al presente cargado futuro, así es Paco Ibáñez. «En tiempos de ignominia como ahora a escala planetaria y cuando la crueldad se extiende por doquier fría y robotizada, nuestras palabras no pueden ser un adorno», advierte y canta. Con esta filosofía llegará a León la nueva gira internacional de Paco Ibáñez, que se presenta hoy en el Auditorio bajo el título de Nos queda la palabra y sobre la que el propio Ibáñez define como «una propuesta de amor y dignidad frente a la barbarie del siglo XXI». Con casi todo el papel vendido, aún queda alguna oportunidad para que el público leonés disfrute de un concierto único programado para las 20.30 horas.

Vestido de negro, guitarra en mano y rodeado de excelentes músicos, sobre un escenario de bella y sobria escenografía, Paco Ibáñez regalará canciones de amor, de puro existencialismo, de lucha y resistencia que, envueltas en los ritmos de los instrumentos y la fuerza de la poesía, evocarán la crudeza y la tristeza, pero también la ilusión, el amor y la esperanza.

Paco Ibáñez, que este año cumplirá 90 años, se convierte en protagonista de lo que canta y convierte en protagonistas a los que escuchan, que se sienten acompañados en su resistencia por la dignidad personal y colectiva. Su voz abre para todos una puerta misteriosa y secreta, la silenciosa y deslumbrante entrada hacia la poesía, la puerta de la libertad.

Acompañan esta gira una eclosión de bellas canciones que han visto la luz en nuevos cedés, así como las reediciones de sus álbumes más emblemáticos: Paco Ibáñez en el Olympia , la tan esperada reedición del doble álbum que, por la pandemia, no pudo editarse antes: Érase una vez . un nuevo cedé-libro con canciones para niños hasta 150 años; Romances , dedicado a hermosos romances, y un cedé con canciones en los diferentes idiomas que habla el artista (castellano, catalán, euskera, gallego, francés, italiano, portugués, hebreo y occitano).

Madrid, Barcelona y París han sido ya algunas de las ciudades de esta gira, que recorrerá grandes capitales europeas y América Latina.

una vida en francia

La conexión con Francia en Paco Ibáñez es el inicio de todo. Nació en Valencia en 1934 siendo el menor de cuatro hermanos. Así consta en la biografía que recoge su web y que sirve para destacar la importancia de ese periplo. Su padre valenciano y su madre vasca se conocen en París. Viven primero en esa ciudad y después en Barcelona, antes de verse obligados a tomar el camino del exilio tras la guerra civil. Posteriormente se instala en San Sebastián. Las vivencias de esa época son las que materializó en su disco Oroitzen ( Recordando ).

Ya en París, a principios de los 50, descubre primero la música de Georges Brassens y Atahualpa Yupanqui, referencias esenciales y siempre mencionadas por él, e inmediatamente después a Léo Ferré y el movimiento existencialista. Se mueve en el ambiente de los cabarets del Barrio Latino de la mano del pintor venezolano Soto (considerado por Paco como su padre espiritual) y de la cantante Carmela, con los que en 1956 forma un trío llamado Los Yares.

En 1955 se produce un encuentro importante en la vida de Ibáñez: conoce a Georges Brassens en el Olympia parisiense. En 1956 la foto de una mujer andaluza vestida de negro le inspira su primera canción sobre el poema La más bella niña , de Luis de Góngora que le abre todo su camino musical.