El Patrimonio leonés indultado
Resurgir de las ruinas. Dieciséis monumentos leoneses se han librado de ‘la quema’ desde que se creó la Lista Roja de Hispania Nostra en 2007 y en la que aún hay otros 54 edificios históricos que esperan una restauración que les salve de perecer.
Sobre ellos pendía la ‘espada de Damocles’ de la ruina. Solo hay dos escapatorias de la Lista Roja, el catálogo de la vergüenza: ingresar en la Lista Verde —donde aparecen ahora estos dieciséis edificios históricos— o caer en la Lista Negra, el ‘cementerio’ de los monumentos perdidos para siempre, donde, de momento, no hay ninguno de esta provincia.
El castillo de los Quiñones, en Villanueva de Jamuz, fue el primer indultado, en 2009. Un año después le llegaría la salvación al Palacio del Conde Luna, tras una larga rehabilitación que comenzó en 2004 y costó cinco millones de euros. Ahora este edificio singular, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, tiene goteras, que ya han afectado al espectacular artesonado recuperado en la reforma integral del inmueble.
En 2013 la pequeña ermita de San Antonio Abad, en Villalquite, pasaba a la Lista Verde y, al año siguiente, seguían sus pasos el castillo de Sarracín y los canales romanos de la Cabrera, una red de 600 kilómetros dentro del complejo entramado hidráulico diseñado para extraer oro de Las Médulas. También en 2014 la iglesia de San Lorenzo de Sahagún quedaba a salvo en la Lista Verde.
El monasterio de San Pedro de Montes, en pleno corazón de la tebaida berciana —a 15 kilómetros de Peñalba de Santiago—, abandonó la Lista Roja en 2016 y dos años más tarde recibió como recompensa el Premio de Arquitectura de Castilla y León, en la categoría de mejor restauración.
En 2020 la muralla medieval de Almanza —que aún sigue realizando obras de restauración— lograba pasar a la Lista Verde, al igual que el castillo-fortaleza de los marqueses de Prado, en Renedo de Valdetuéjar.
El castillo de Laguna de Negrillos estuvo trece largos años en la Lista Roja del Patrimonio, hasta que una subvención de la Diputación permitió consolidar esta fortaleza del siglo XIII. Propiedad de la familia de Suero de Quiñones, en 2021 logró el ‘perdón’ de Hispania Nostra. Fue un año de esplendor para el patrimonio leonés, porque dejaron la Lista Roja, igualmente, la preceptoría de Lois, las Cuevas Menudas —a muy poca distancia del yacimiento de Lancia—, el Castro Peña del Hombre, los monasterios de San Juan de Montealegre y Sandoval —cuyo titular es la Junta de Castilla y León— y la iglesia de San Julián y Santa Basilisa, incluida en la Ruta de los retablos renacentistas del Este de León. El caso de esta iglesia es excepcional. Fue el empeño de los vecinos de esta pequeña localidad de la comarca del Cea, lo que permitió salvar el retablo de su iglesia, uno de los primeros ejemplos del Renacimiento español, obra de varios autores, algunos de primera magnitud.