«Tenía que escribir la historia de esa mujer»
María Lorenzo Valero, de 16 años, se alzó ayer con el XIX Premios Jordi Sierra i Fabra por ‘El muñeco del maestro’
«Tenía que escribir la historia que me había contado aquella mujer», se dijo María Lorenzo Valero. Y lo hizo, para cumplir con aquella señora de la residencia, con sus principios y con una vocación que promete momentos estelares de la leonesa. María Lorenzo Valero, de 16 años, de Villarodrigo de las Regueras, se alzó ayer con el XIX Premios Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes por El muñeco del maestro , un «relato realista, intenso y bellamente escrito, con una profunda sensibilidad».
El detonante y el reconocimiento son estas dos circunstancias en una adolescente que estudia primero de Bachillerato en la especialidad antaño conocida como letras, es decir, que hay en ella un camino coherente con su talento.
«En un voluntariado una señora me contaba la historia de un maestro que cuando estalló la guerra tuvo que dejar la escuela para ir al frente. Me puse a escribir y entre junio y agosto lo conseguí», afirma esta joven que reivindica cierta afición lectora entre su generación y que asegura que temáticamente la guerra desde el punto de vista de los civiles le interesa.
«Agradezco mucho a la Fundación Sierra i Fabra por la oportunidad que me han dado para poder cumplir mi sueño y seguir formándome. Muchas veces estamos perdidos y no sabemos muy bien por dónde comenzar así que es todo un privilegio poder participar en concursos como este, que nos dan voz, porque de otra manera no podríamos compartir lo que queremos contar. También me gustaría expresar mi agradecimiento a los profesores del colegio en el que estudio (Nuestra Señora del Carmen), porque desde el primer momento me han animado a luchar por lo que quiero, siendo un pilar fundamental en mi formación», pide mostrando también una cabeza muy bien amueblada y consciente de los que tiene alrededor.
El muñeco del maestro se desarrolla así poco antes de la Guerra Civil española y narra la relación entre un maestro rural y una niña de unos 7 u 8 años que solo ellos saben que el muñeco del profesor tiene vida. Una historia «al más puro realismo mágico, donde la fantasía sirve de evasión ante la dureza de lo cotidiano». «Rica en vocabulario, propio de un ambiente rural de la época, es una historia tan intensa como preciosistamente literaria», remarcó el jurado.
La primera finalista de esta edición fue Reino de Amazonas , de Claudia Gallego Egido, de Segovia, «un trepidante relato sobre la mitología clásica, pero desde un novedoso y original punto de vista». Y la segunda, La sombra del progreso , de Rosa María Berrocal (Fuenlabrada, Madrid), que repite como finalista con una distopía. El resto de finalistas fueron Sara Moro Méndez (Gijón), por El silencio de las orquídeas ; Alba Simarro Ríos (Humanes, Madrid), por Inmortal Coluym ; Eva Román Teijeiro (Vigo), por Cuando nuestra música no era el silencio ; y Manal Lachaal Lachkar (Figueres, Girona), por Malas Hierbas .
el referente juvenil
La entrega del premio se realizará en los próximos meses, con la presentación de la novela ganadora ya editada por SM. Jordi Sierra i Fabra, el autor con más relevancia nacional e internacional de la literatura juvenil en español, resaltó que «escribir es una maratón sin fin, cada libro es siempre el primero, y el peaje del aprendizaje es duro, aunque suele confortar. Escribir es una necesidad para muchos y muchas».