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«La gente no lee y la historia se está repitiendo»

El médico Felipe Varela presenta en el ILC su novela ‘Chocolate amargo’

El escritor y médico asturiano Felipe Varela y la portada del libro. DL

León

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Lugar: Sala Región (Instituto Leonés de Cultura). Calle Santa Nonia, 3.

Hora: 19.30.

Entrada: gratuita (hasta completar aforo).

Felipe Varela escribió una novela en los años 90, la guardó en un cajón y la olvidó. Este ginecólogo asturiano, que se ha dedicado «a los partos» durante cuatro décadas, ha reunido en Chocolate amargo vivencias de su infancia y juventud, la difícil posguerra y un tema que, como jefe de Obstetricia en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Covadonga de Oviedo, le ha preocupado durante toda su carrera: la endometriosis, una enfermedad crónica e invalidante para el quince por ciento de las mujeres. Varela se decidió a rescatar su novela por casualidad. «Una amiga me dijo: hay plataformas digitales que echan humo con la endometriosis...». Así que tras cambiar la primera parte y hacer algunas correcciones de estilo, el médico se decidió a publicarla; y hoy la presenta, a las 19.30 horas, en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura, acompañado por el médico Enrique González Díaz.

Cuando Varela se dispuso a revisar su novela, llevaba tiempo enfrascado en un ensayo sobre la revolución de octubre del 34, 600 páginas que aún no han visto la luz, pero cuya documentación fue crucial para armar algunos pasajes de Chocolate amargo.

Homenaje a Aida Lafuente

La protagonista del libro, cuya infancia está inspirada en la del propio autor, se llama Aida en homenaje a la leonesa Aida Lafuente, militante comunista —hija del fundador del Partido Comunista de Oviedo, que era también cartelista del Teatro Campoamor— y fue ejecutada junto a la iglesia de San Pedro de los Arcos de la capital asturiana por las tropas del teniente coronel Juan Yagüe. Tenía 19 años.

La protagonista de Chocolate amargo le produjo este sabor al autor. Aida nace en el exilio, pero pronto retornará a la España gris de carencias económicas y culturales de la larga y dura posguerra. «Con Aida lo pasé mal», confiesa el ginecólogo. «Se casó con quien no tenía que casarse». Sin hacer spoiler , Varela adelanta que «el final es real y me condicionó toda la novela. Está inspirado en lo que le ocurrió a una chica que era compañera mía de Universidad y que me impresionó mucho».

La novela está basada en hechos reales. Hasta el barco en el que los padres de Aida salen de Gijón rumbo al exilio, el carguero Dairiguerme , es auténtico. Esa ha sido la parte difícil de la novela. «Hasta los insultos los he copiado, porque no tengo tanta imaginación», dice. Mientras Aida piensa que no hay «mayor soledad que la de un matrimonio que se hace añicos», su marido la llama a voces «patata fría». «Eso se lo había escuchado yo a un hombre como reproche a su mujer, qu era frígida».

A Aida, al igual que a Varela, le gusta Miguel Hernández. Y es que el ginecólogo asturiano comenzó escribiendo poesía en su época de estudiante en la Universidad de Santiago de Compostela. Confiesa que la novela tiene una finalidad más médica que literaria. «Creo que es un libro fácil de leer. No soy Dostoyevski. Aunque me han dicho que tiene sensibilidad, como el retrato de una joven de catorce años. Pero hasta en eso me inspiré en mi novia. No tengo mucha imaginación, pero tengo memoria», asegura. En uno de los capítulos, cuenta que cuando Franco iba a pescar salmón, la Social invitaba a los ‘rojos’ a pasar unas pequeñas vacaciones en Carabanchel. «Ellos mismos cogen el tren y se van derechitos a Madrid como corderitos», le cuentan en confidencia a Aida. «Yo no sabía nada sobre la policía secreta de Franco. Tomé un café con uno y me contó historias», relata el autor.

Chocolate amargo es una novela social, pero su intención es evidenciar la endometriosis, de la que hablará esta tarde en el ILC. Varela recuerda que el 14 de marzo es el día de la endometriosis. «Hay muchas mujeres que me han dado gracias por hablar de esta enfermedad crónica que solo se cura con el embarazo y con la menopausia. Es una enfermedad incapacitante, con la incomprensión del entorno social», dice.

Sobre el ensayo de la revolución de octubre de 1934 que aún no ha visto la luz, afirma: «Me ha hecho un desgraciado». Sin embargo, asegura que todo lo que está sucediendo actualmente es la historia que cuenta en su obra inédita, como lo que ocurrió por «los desleales catalanes, que le dieron la espalda a Azaña...». «La gente no lee y la historia se está repitiendo».

El escritor y médico asturiano Felipe Varela. DL