Álvarez Las Heras pide paso en Madrid
Carlos Alvarez Las Heras pide paso en la semana grande del arte en Madrid. El artista leonés inauguró ayer una exposición en la octava edición de la conocida cita Urvanity Art Fair. Se trata de una propuesta en paralelo a Arco y que lo complementa cada vez con más prestigio
Si quisiera un nombre artístico lo tendría a tiro de autobús: el pintor de la estación. Pero gracias a su trayectoria Carlos Álvarez Las Heras es un talento libre más que un autor localizado, aunque aquel mural en la estación de autobuses de León siga siendo toda una referencia. Por eso sus noticias suelen provenir de lugares a distancia. Que si una embajada, que si un país del Este, y así. Por lo que saber de él en Madrid es un lujo y con estas credenciales aparece en la Urvanity Art Fair, una cita en paralelo a Arco que goza de máximo reconocimiento por parte de la profesión y el sector.
Carlos Álvarez Las Heras (León, 1982) inauguró ayer una exposición de pintura en la octava edición de esta reconocida feria. Un total de 38 expositores nacionales e internacionales se juntan por primera vez en las instalaciones de Matadero Madrid, durante la celebrada semana del arte madrileña, hasta el 10 de Marzo. El pintor leonés exhibe su obra junto a la galería Wizard Gallery, con sede en Londres y Milán. Se trata de una propuesta basada en la naturaleza.
Afincado en Madrid, y habitual en citas como Arco, Las Heras ha realizado numerosas exposiciones individuales en España y Europa, y cuenta entre sus distinciones con la medalla al mérito artístico del Colegio de España en París, donde es invitado a exponer en el año 2005. En sus trabajos por encargo destaca el gran mural de más de 20 metros emplazado en la estación de autobuses de León, inaugurado en el mes de diciembre.
El propio Las Heras rememoraba para este periódico unos orígenes en los que su madre tuvo mucho que decir, en este caso promocionar, con el tesón que solo una madre puede depositar para el bien de un hijo. Como por ejemplo fue su irrupción en la galería José Lorenzo, que gestiona otro leonés como es David Ferreras, en lo que ya fue una fértil suma de talentos, cada uno en lo suyo: «Todo empezó con mi madre haciendo el Camino de Santiago hará unos 15 años. Allí se topó con la galería de José Lorenzo, que ocupa un caserón espectacular en el centro de Santiago de Compostela, y entró a preguntar si les interesaría ‘un artista joven de León’. Amor de madre a puerta fría. Allí estaba David y bueno, pese a lo rocambolesco de la introducción, accedió a ver los trabajos y la cosa acabó funcionando. Al final el tío tiene buen ojo... Hicimos una exposición un año después y hemos coincidido en varios proyectos desde entonces», contaba jcae cuatro años. Quiere esto decir que los contactos establecidos ahora llegan después de mucho esfuerzo tanto en preparación artística como luego encontrando escaparates artísticos.
Sobre su obra se ha dicho, por ejemplo, que reúne una vibrante amalgama de referencias pictóricas y débitos formales amortizados con línea y color. El mundo del cómic, por supuesto, las primeras vanguardias o la pintura expresionista alemana aparecen recurrentemente en sus frenéticas composiciones contrapuestas. Y un color que se vende solo: el del verano eterno. El caso es que como hace ya casi 20 años la peregrinación de su madre a Santiago le abrió luego puertas a La Coruña, el trabajo da sus frutos también en Madrid. Y el camino continúa.