Los pendones se hacen ‘académicos’
El ILC inaugura hoy el primer congreso científico sobre los ‘estandartes’ leoneses que concluirá el sábado con un desfile e izado en la plaza de San Isidoro
Imagen de archivo de los pendones acompañando a la Virgen del Castro en su peregrinación a Astorga. JESÚS F. SALVADORES
Los pendones del Viejo Reino de León dejaron de ser un patrimonio al viento hace hoy justo cinco años, cuando adquirieron la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC). La Asociación Cultural Pendones del Reino de León cumple dos décadas defendiendo este patrimonio inmaterial y seña de identidad de prácticamente todos los pueblos de la provincia. Por primera vez, los pendones serán objeto de un congreso científico que abre sus puertas, a las 17.30 horas, en el Instituto Leonés de Cultura (ILC), con la conferencia inaugural de Alejandro Valderas, historiador y responsable del Archivo de la Universidad de León. Valderas fue el primero en documentar los pendones e investigar su historia. Bajo el título Los Pendones: historia, conservación y puesta en valor de un bien inmaterial, el congreso, que se desarrollará a lo largo de tres jornadas en varias sedes de León, bajo la dirección de Jorge Martínez Montero y Miriam López Santos, ambos profesores de la Universidad de León (ULE), desvelará datos inéditos de los estandartes de la provincia y propondrá cómo catalogar los que se preservan. La Asociación Cultural Pendones del Reino de León lleva varios años intentando documentarlos. Superan los 500. En los últimos años ha habido un resurgir de estos estandartes, que se exhiben en fiestas, procesiones y romerías. Banderas que en época de la Reconquista, cuando las alianzas entre señores feudales, monarcas y la Iglesia eran muy frágiles, permitían distinguir a los enemigos en el campo de batalla. Se estima que pudo haber 1.300 en la provincia. Todos y cada uno de los pueblos de León tuvieron su pendón y hasta dos —el pequeño, que portaban mujeres y niños, recibe el nombre de pendoneta—, lo que hace difícil cuantificarlos.
El congreso debatirá en una mesa redonda cómo preservar este legado. Probablemente, se impondrá la tesis de recrear, en lugar de recuperar los textiles, como se ha hecho tradicionalmente. Por dos razones, porque los pendones se usan y los tejidos siempre han sido reemplazados cuando se estropeaban. Apenas hay tejidos históricos; uno de ellos es el conocido como pendón de las Lanzas, de Ponferrada, custodiado en el Museo del Ejército. Algunos pendones fueron renovando la tela, pero conservaron los bordados antiguos, las ‘tarjetas’, que las había también pintadas, como es el caso del pendón de Tierra de la Sobarriba. En cambio, hay varas del siglo XVIII. Inicialmente eran de madera policromada, pero a partir del siglo XVII empezaron a ser de metal (cobre, bronce o latón) e incluso plata, como la de la Virgen del Camino.
Bordadores y casulleros
Martínez Montero, que ha buceado en archivos durante doce años, hablará en el congreso sobre bordadores y casulleros, artífices de la mayoría de los pendones de cofradías, iglesias y concejos desde el siglo XVI. Entre ellos, los leoneses Juan de Macudiel y Juan de Herreras y los astorganos Claudio y Juan García (padre e hijo). «Tardaban tres meses en confeccionarlos y cobraban por ellos entre 300 y 900 reales», cuenta. Los tejidos procedían en origen de Granada y los más comunes eran el damasco carmesí, seguidos de los azules y los blancos, con advocación mariana.
«El primer pendón de La Virgen del Camino figura en un inventario de 1596», explica Martínez Montero. Era de color amarillo. Lo sacaba una cofradía instituida en 1512. En el siglo XVII el pendón de gala de La Virgen del Camino es ya azul, según el libro Resumen de las políticas ceremonias con que se gobierna la noble, leal y antigua ciudad de León , de Cabeza de Vaca (1693).
El profesor Iván Mateo, de la Escuela de Restauración de Bienes Culturales de Palencia, impartirá un taller de conservación de pendones. El ‘conejillo de Indias’ será el de Corbillos de los Oteros.
El ILC recibirá hoy a los congresistas y al público con 8 pendones en la fachada —de Vilecha, Chozas de Arriba, Mozóndiga, Puente Villarente, Adrados de Ordás, Villamarco de las Matas, Brugos de Fenar y Villaverde de Sandoval—. Es un ‘guiño’ también a los orígenes del solar sobre el que se asienta el ILC, donde estuvo la Real Fábrica de Tejidos, cuya fachada se trasladó al edificio que hoy es sede de la Audiencia Provincial.
Como cierre del congreso, el sábado, de 10.00 a 14.00 horas, habrá un desfile de pendones desde la explanada de la Junta a la plaza de San Isidoro. Aquí se reunirán un centenar de estandartes. El número no es aleatorio. Es un homenaje a los cinco años de la declaración BIC y los veinte de la citada asociación, cuya multiplicación da la cifra redonda de 100. Participan los cuatro pendones históricos: el del Ayuntamiento de León, el de Clavijo (Astorga), el de San Isidoro y la bandera de la Diputación.