Robles de Laciana rescata sus murales
Imágen de las pinturas restauradas en Robles de Laciana. VANESSA ARAUJO
La iglesia de San Julián de la pedanía lacianiega de Robles ya luce sus pinturas murales restauradas. Los frescos fueron inaugurados ayer para los vecinos. Se trata de unas pinturas que podrían remontarse al siglo XVIII, las cuales fueron descubiertas al eliminar la cal del ábside de esta iglesia hace unos años. En ese momento, aparecieron unas pinturas parcialmente deterioradas con motivos vegetales y otros elementos. Y tras distintas intervenciones, en el año 1996, las pinturas quedaron en fase de estabilización, hasta esta nueva intervención, de la mano de la profesional Montserrat Giménez, de la empresa Babelia Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L. Según ha explicado esta restauradora, la pequeña iglesia de San Julián es «de las pocas que se conservan en la zona de estilo románico», de ahí «su importancia». La iglesia ha sido objeto de distintas intervenciones a lo largo de los últimos años. Las pinturas aguardaban desde hace casi tres décadas a ser restauradas, después de que en el año 1996 quedaran a salvo. Las obras de restauración han consistido en «comprobar el funcionamiento de esas consolidaciones, la estabilidad de la pintura mural, reposiciones de mortero y reintegración cromática, para darle coherencia a ese espacio», destacó la restauradora. En este sentido, Giménez explicó que se trata del espacio artístico «más interesante del interior de la parroquia», a la vez que «de alguna forma, da amparo a la liturgia», afirmó.
Según explicó el alcalde pedáneo, José Méndez, se trata unos trabajos que han contado con un presupuesto que ronda los 12.000 euros, a cargo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León. Y por el momento, no se contempla ninguna actuación más. Para finalizar, Méndez quiso agradecer las muestras de apoyo a los asistentes al acto y destacó la importancia de estos trabajos.
La iglesia de San Julián data del año 1090, siendo la más antigua de Laciana. De estilo románico, está íntimamente ligada al monasterio de Corias, en Cangas de Narcea, y su consagración corrió a cargo de Arias Cromaz, obispo de Oviedo, según reza en la lápida fundacional, que aún se conserva en el interior del templo. En el año 1998 la iglesia fue declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).